miércoles, 9 de diciembre de 2009

Consejo virgiliano

No hables de ellos sino pasa y, sobre todo, mira.

21 comentarios:

JG-M dijo...

"Un frío de esos que alteran la altura de vuelo del grajo"... Es genial. Es casi un homenaje virgiliano a JA Muñoz Rojas. El artículo repartirá sonrisas e irritación a partes justamente iguales: enhorabuena. J

Anónimo dijo...

La degradación del medio natural es algo que cualquiera puede ver, sin más que "mirar", como se recomienda en el "blog". De modo que el seguir derrochando, y contaminando (¿quizá los gases emitidos por los tubos de escape o las industrias desaparecen solos?), sin control, sigue siendo una atrocidad irresponsable... Si alguien, a partir de esas noticias, quiere hacerlo, es su problema. Pero que recuerde la historia evangélica del rico Epulón y el pobre Lázaro, o que eche un vistazo a cualquier río degradado (hay miles, por desgracia), y que piense un poco..., si este mundo en el que vive le importa algo.

Ángel Ruiz dijo...

Oye, un artículo excelente: te atreves a hacer bromas sobre un tema tabú - aunque hay gente que nunca le verá la gracia- y en la segunda parte del artículo te salen unas frases sobre el campo prodigiosas.

Anónimo dijo...

Sí, es un tema tan apto para bromas como el aborto. Al fin y al cabo, se trata de la vida del hombre. Pero nada nada, sigamos haciendo chistes...

Por cierto, le propongo que venga a hacer actividad contemplativa a la ría de Huelva, al polo químico, a la Punta del Sebo, etc. Hummm, entre los aromas a azufre de la refinería de CEPSA y los de coles hervidas de la fábrica de celulosa de San Juan del Puerto. Verán cómo le inspiran...

E. G-Máiquez dijo...

Las bromas son con unos científicos fulleretes y con unos políticos que van en limusina y en jets privados, no con los ríos contaminados. Y menos mal que antes de quemarme os lo pensaréis dos veces, por el CO2, porque hay que ver cómo os ponéis, anónimos del mundo, uníos. Negar el alarmismo calentólogo no es lo mismo que alabar la contaminación de la ría de Huelva, no.

Anónimo dijo...

Soy el anónimo de las 12:49. ¿De verdad E. G. M. tiene la impresión, leyéndome, de que pretendo "quemarle"? Pues se equivoca. Cosa distinta es si el tema de la visible degradación del medio natural se presta o no a muchas bromas; pero confundirle a uno con un inquisidor (invento éste, por cierto, de la Santa Madre Iglesia) requiere verdaderamente una imaginación muy amplia.

E. G-Máiquez dijo...

Tiene usted toda la razón, disculpe. Me deje llevar por la tónica general de los comentarios, aquí y sobre todo en los diarios de Cádiz y Sevilla.

Ángel Ruiz dijo...

A mí me parece que el anónimo de las 12:49 tiene tendencias de troll, mezclando textos evangélicos con atrocidades ambientales a cuento no se sabe bien de qué: da la impresion de que sólo pretende incordiar: lo propio de un troll.
Y me dan ganas de apostarme un ojo a que es el mismo de la 1:43 PM, también mezclador de temas, esta vez con el del aborto, que eso sí que es pasarse pueblos. Y luego lo de Huelva, para revolverlo todo más todavía.
Y la réplica final, mezclando a la Inquisición en medio, es marca de la casa del troll: ¿eres el troll de toda la vida o uno nuevo, el troll-Troll o un hijo suyo?

Anónimo dijo...

Soy la anónima de la 1:43. Informo de que no tengo nada que ver con el anónimo anterior (gracias a Dios, Ángel Ruiz conservó un resquicio de prudencia y no se ha quedado tuerto)

Si no ven relación de coherencia entre la defensa de la vida con carácter inmediato y la defensa de la vida a medio y -no tan- largo plazo, quizás deberían analizar en qué medida las asunciones ideológicas (no precisamente de fe) interfieren su discurso. Y, por cierto, quizás les interese saber que la ciudad de Huelva presenta una tasa anormalmente alta de abortos no provocados y de malformaciones fetales. Sí, ya sé lo que viene ahora, que seguro es muchísimo más alta la incidencia del aborto provocado... Pues nada, sigamos haciendo bromas

E. G-Máiquez dijo...

Y dale con lo de las bromas. Distingamos entre bromear o ni eso, entre meterme con unos científicos que han hecho trampa, con unos apocalípticos de ahí te espero y con unos políticos que no se aplican las cargas pesadas que echan sobre los hombros de los demás, y pasar del medio ambiente, que no es el caso. Y lo de Huelva me importa mucho, anónima de las 1:43, de verdad.

Ángel Ruiz dijo...

Oh, vaya, una anónima que adivina (o me sugiere) lo que tengo que decir. Menos mal que los dos nos alegramos de que no haya perdido mi ojo. Y si no es el troll de las 12:49 me alegro infinito.
Y si hay relación entre abortos y contaminación, me parece una cuestión gravísima: supongo que en Huelva estarán haciendo algo los onubenses al respecto, porque no se van a quedar con los brazos cruzados.
Yo soy partidario de la vida ahora y siempre, de forma mediata e inmediata. Y jamás haría bromas sobre el aborto, ni de coña. Y estoy dispuesto a publicitar en mi blog lo que se pueda de esa situación en Huelva, aunque si los onubenses no hacen nada, preferiría centrarme en lo que conozco más de cerca.
Y ahora la pregunta: ¿qué tiene que ver todo eso con el artículo del anfitrión? ¿Es el culpable de la contaminación de Huelva? ¿Es dueño de alguna factoría allí? ¿Hacer bromas sobre las mentiras que han lanzado algunos a cuenta de una cuestión tan grave como la de la destrucción de la naturaleza le convierte en cómplice de ellos?
Anónima de la 1:43, quizá sea a otros a los que tenga que criticar, empezando por los responsables directos de la contaminación de Huelva.

Anónimo dijo...

Hoy toca discrepancia. Pienso que frente a “polvorienta”, el adjetivo perfecto para la encina es “robusta”, que utilizó quien bien puedes imaginar para referirse a este árbol consumiéndose en el fuego (“mariposa en cenizas desatada”). Dice cómo es la encina, no cómo está. Además, también son polvorientos para D. Antonio los olivos y el olmo de Soria (que yo recuerde); con lo que la palabra deja de denotar una especificidad de la encina.

Aparte de esta discrepancia puramente adjetiva, el artículo está lleno de poesía, y me ha llamado la atención la palabra “antropogénico”, clave en la discusión sobre el cambio climático.
Jilguero

Jose dijo...

Soy, de nuevo, el anónimo de las 12:49, que en efecto no tengo nada que ver con la otra comunicante anónima. Y lamento decepcionar también a Ángel Ruiz, pero no me propongo incordiar (salvo que, por "incordiar", se entienda remover conciencias y pensares, que entonces tal vez sí). Respecto a la "mezcla" de textos evangélicos con los de otra procedencia, es para mí una sorpresa que Ángel Ruiz considere que hay ámbitos de lo humano en los que el Evangelio está fuera de lugar; no es eso lo que piensa la Iglesia, ni lo que yo mismo pienso, a pesar de ser agnóstico. Mi referencia a Epulón y Lázaro procede de que, en uno de los artículos a que nos remitía la nota original del "blog", se hablaba de gastar en combustible o calefacción sin mala conciencia, a cuenta de la noticia comentada... No se ponga nervioso Ángel Ruiz porque se encuentre a alguien que no piense como él, al menos mientras dé (como yo hago) sus razones y no falte al respeto; que sólo sea capaz de entenderse con gente de sus mismas ideas es una limitación grave. Y, por cierto, no sé si lo de "troll" tiene intención insultante, pero si es así lo doy por no leído: no vale la pena. Repito, un poco de calma.

E. G-Máiquez dijo...

Qué hermosa discrepancia, Jilguero. Sobre todo, porque tiene usted toda la razón limpia de polvo y paja. "Robusta" es más encina y, encima, hubiera venido mejor a mi artículo. En mi archivo, lo cambio. ¿Quién va a saber más de encinas, olivos y olmos que un jilguero? Gracias.

Y bien, José, el nerviosismo no es tan infundado, si uno se fija. Hablar con anónimos desazona. Luego, da cierta sensación de impotencia denunciar una falsificación científica escandalosa y un dogmatismo político evidente y que eso le convierta a uno en un partidario irredento de los humos y de los ríos degradados. Finalmente, ¿no le parece natural cierta alarma al ver cómo se calientan los calentólogos?

Ángel Ruiz dijo...

Yo, anónimo de las 12:49 (no sé si llamarte ahora 'Jose'), te encuentro bien ducho en ardides retóricos, de lo que me alegro infinito (quizá por eso te relacioné con el troll, gran retórico, aunque él torticero); yo por supuesto que considero que el Evangelio vale para todos los ámbitos humanos; lo que me sorprende es que tú pienses lo mismo, siendo agnóstico: esto me llena de alegría, porque quiere decir que en realidad no lo serás tanto, sino católico de pata negra, que para cada situación tiene una frase evangélica a punto. Qué bien.
Y si se trata de criticar artículos de por ahí, mejor explicarlo, no vaya a parecer que estás criticando el del dueño de este blog.

Anónima de la 1:43 dijo...

Sí, bromeemos sobre científicos fulleretes/mentirosos, aunque ni Udes. ni yo, ni los de Libertad Digital, ni el hacker que ha dado a conocer los correos tengamos la menor idea sobre interpretación de estadísticas científicas.

Resulta más verosímil pensar que hay un grupo de científicos fulleretes que se han confabulado para amargarnos la existencia conminándonos con mensajes apocalípticos a cambiar nuestro modo de vida, que los intereses económicos que están detrás de estos científicos fulleretes (jo, los tíos a base de subvenciones deben de estar amasando auténticos capitalazos, serán idiotas de seguir en la Universidad...) son más poderosos que todos los de la industria pesada, de los combustibles fósiles o del motor, juntas. Y no sólo eso, sino que para colmo son capaces de reunir en una cumbre en Copenhague a responsables gubernamentales de todo el mundo (¡cómo no se les ocurre ir en bicicleta o en piragua, si venían de ultramar...!) para ver si se ponen de acuerdo en la adopción de recortes a sus respectivas industrias nacionales (con lo que sabemos que vende eso políticamente de puertas adentro). En fin, Udes. prefieren verlo en esa clave. ¡Qué le vamos a hacer! A veces el peso de los apriorismos ideológicos es de tal entidad que puede llegar a nublar el sentido común y poner a prueba la coherencia del discurso. Y me temo que negar el cambio climático va en el pack de cierta derecha española de inspiración norteamericana.

Personalmente, sólo tengo que respirar la mayoría de las mañanas el aire fétido que se acumula en el lugar donde trabajo (aunque cierre las ventanas) y empezar a carraspear porque me pique la garganta para imaginarme que la emisión de gases descontrolada a escala mundial no debe de ser una cosa muy buena. De ahí la referencia a Huelva, que es lo que conozco. Igual, el próximo día que me llegue el vaho de azufre de la refinería me acordaré de la alegría con la que García-Máiquez le da al acelerador mientras se solaza en la contemplación de las colinas doradas... (es una broma, no me acordaré de Ud., se lo aseguro, yo también sé echarme unas risillas)

Hala, un saludillo

María dijo...

Qué animación en el blog!!
Sobre el tema diré que me apena tanto como a todos la destrucción de la vida y por tanto la destrucción del planeta (por supuesto la vida humana por delante de cualquier otra vida animal o vegetal).
Cuento mi impresión: trabajo para el Estado, para el mismo que restringe para los ciudadanos el consumo eléctrico mediante la ¿prohibición! de bombillas de 100 watios, o la regulación de la temperatura ambiente a 22º en invierno y 27º en verano. Vaya por delante que me parece lo correcto pero lo que no me parece tan correcto es que estas medidas de ahorro se impongan a las familias y en cambio los edificios públicos permanezcan toda la noche y los días de fiesta encendidos. Que en mi oficina (por hablar de lo que conozco) se enciendan obligatoriamente las luces durante toda la mañana a pesar de que es un ático con toda la fachada de cristal dando a norte y a sur. Se ve estupendamente pero no hay manera.
En invierno la calefacción siempre está puesta y como no hay quien lo soporte, se abren las ventanas y en verano, el aire acondicionado está tan alto que no se puede pasar sin abrir un poco la ventana para que entre algo de calorcillo.
Y no digamos nada del despilfarro de papel.
Y los cochazos de todos los altos cargos que nos machacan con la ciudad de las personas,...
Pero es mejor hacer caso del consejo virgiliano "no hablar de ellos" ni siquiera mal. Viven de eso.Qué cara!

E. G-Máiquez dijo...

Hala, anónima.

Y gracias, María, por centrar el asunto en lo que nos preocupa a todos y en los que nos indigna sólo a algunos.

Anónimo dijo...

Los grandes líderes podían haberse entrevistado por videoconferencia.

Anónimo dijo...

Leo ahora -mis ocupaciones no me han permitido hacerlo antes- la respuesta de Ángel Ruiz; me alegro de que se le note más tranquilo. Lo de "Jose" ha sido un despiste mío al enviar el correo, cosa que he hecho con el nombre que utilizo en otro blog; prefiero seguir siendo anónimo, ya que mi nombre no me parece importante. Soy en efecto agnóstico (cosa que no es ningún motivo de orgullo; envidio sinceramente a los que tienen fe, al menos a quienes no la utilizan como un garrote, que también los hay), pero conozco la Biblia seguramente mejor que la mayoría de los creyentes. Ya Borges observaba que muchos creyentes de su entorno parecían conocer poco la religión que profesaban, y no interesarse mayormente por ampliar ese conocimiento; y decía de sí mismo que a él le ocurría exactamente lo contrario, "me interesa y no creo". ¡Ah, y gracias por lo de "ducho en habilidades retóricas", aunque no es elogio con el que me sienta identificado; me bastaría con alcanzar a exponer de modo claro y no agresivo lo que honestamente pienso.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Me ha encantado la atmósfera!

J G-M, es genial.

Un saludo.