lunes, 13 de diciembre de 2010

Juro y perjuro

Me desespero y con el puño apretado y los pelos de punta y los nervios chasqueando, clamo a quien me quiera oír y a Leonor, que quiera o no quiera, me tiene que oír: “¡Juro y perjuro que no volveré a pasar angustia, que no volverá aceptar jamás ningún embolado literario, ni una traducción ni un prólogo ni una presentación ni nada de nada…!” De pronto, reparo en mi lapsus linguae y me hago gracia. Ya veo que en el fondo sé que seguiré metiéndome en líos, ay. Además, parece que el “juro”, por asociación automática, trae casi pegado el “perjuro”. Con razón nos aconsejó el Maestro que nos dejásemos de juramentos y perjuramentos y parajuramentos y que nuestro sí fuese sí, y el no, no. Y otro maestro, que aprendiésemos a decir que “no”, aunque pasan los años, y no, no aprendo, no.

5 comentarios:

María dijo...

Desentráñanos ese misterio del juro y perjuro, por favor.
Siempre me pasmó que el que juraba se acusase de inmediato de su perjurio.

E. G-Máiquez dijo...

Huy, María, que me pareció tan raro que creía que era una frase mía, un lapsus linguae particular, y estaba tan ufano, y resulta que se lo debemos al genio del idioma, que es una frase hecha. Qué genio, ¿verdad?

María dijo...

Mi teoría particularísima y nunca contrastada era que el que juraba ya perjuraba por jurar sin necesidad, aun con verdad.

Pero claro, eso vale cuando se conjuga en 2ª o 3ª persona ¿pero en 1ª??? para eso, ahórratelo.

Y ya metidos en pecados y para contestarte a tu columna de ALBA, creo como tú que todos los pecados ya llevan penitencia: gula, vanidad, pereza,... pero se puede admitir que en origen nos reporten algo de placer pero ¿que me dices de la envidia? Ese sí que no tiene ni un instante de gustirrinín, todo es penitencia en la envidia, qué pena.

Adaldrida dijo...

qué genial eo de desesperarse con los pelos de punta...

domingovallejo dijo...

Enrique:
Dos expresiones de D. Julián Marías: Su lema: "Que por mi no quede" y "Hago lo que puedo y un poco más, así que..."