miércoles, 12 de abril de 2017

Bobin, Bobin


En Resucitar, Christian Bobin escribe este apunte:

He encontrado a Dios en las lagunas, en el perfume de la madreselva, en la pureza de algunos libros e incluso en los ateos. Casi nunca lo he encontrado en los que tienen por oficio hablar de él.

Me temo que Bobin no está siendo autocrítico, aunque podría, porque sus libros hablan de Dios por oficio o, en lenguaje informático, por defecto. Qué pena que no ponga ejemplos de esos libros de pureza transparente. Justo después de leerle, he ido a un responso y, a la salida, he charlado un rato largo, primero al sol, luego hemos buscado una sombra, con el sacerdote de mi parroquia. Él seguía cumpliendo su oficio de hablarme de Él y yo lo encontraba.


16 comentarios:

Pablo75 dijo...

Extraño texto. Extraño juicio viniendo de un poeta. Extraña opinión de un poeta creyente sobre una frase de otro poeta creyente.

Para empezar, la cita no está completa: "J'ai trouvé Dieu dans les flaques d'eau, dans le parfum du chèvrefeuille, dans la pureté de certains livres et même chez des athées. Je ne l’ai presque jamais trouvé chez ceux dont le métier est d’en parler. On ne peut bien voir qu'à condition de ne pas chercher son intérêt dans ce qu'on voit."

Falta, pues, la frase: "Sólo podemos ver bien cuando no buscamos un interés propio en lo que vemos." O: "La condición para ver bien es no buscar un interés propio en lo que se ve."

¿Qué dice Bobin? Que él, personalmente (no lo dice en general), no ha encontrado a Dios en la gente cuyo oficio es hablar de Él. Visiblemente Bobin frecuenta menos sacerdotes y tiene menos suerte, cuando lo hace, que tú. Pero quizás haya leído a más teólogos. Y para mí que el texto se refiere más a éstos que a aquéllos. Que un poeta escriba que ha encontrado más a Dios en un charco de agua (y no en una laguna como dice el mediocre traductor) o en un libro místico que en los libros de los teólogos, ¿es escandaloso?

Me deja estupefacto que escribas: "Me temo que Bobin no está siendo autocrítico, aunque podría, porque sus libros hablan de Dios por
oficio". Hay que conocer muy mal la obra del autor de "La dama blanca" (el libro más bello que conozco sobre Emily Dickinson) para afirmar que su oficio es hablar de Dios.

Bobin es un poeta místico, no un teólogo profesional:

"Il n'y a pas de connaissance en dehors de l'amour. Il n'y a dans l'amour que de l'inconnaissable." (No hay conocimiento fuera del amor.
En el amor sólo hay incognoscibilidad).

"Très peu de vraies paroles s'échangent chaque jour, vraiment très peu. Peut être ne tombe-t-on amoureux que pour enfin commencer à parler." (Muy pocas palabras verdaderas se intercambian cada día, realmente muy pocas. Quizás sólo nos enamoremos para comenzar por fin a hablar).

"Nous n'habitons pas des régions. Nous n'habitons même pas la terre. Le cœur de ceux que nous aimons est notre vraie demeure." (No habitamos regiones. Ni siquiera habitamos la tierra. Nuestra verdadera morada es el corazón de los seres que amamos).

"Chacune de nos joies est une figure d'un vitrail. Notre mort est le plomb qui fait tenir l'ensemble." (Cada una de nuestras alegrías es una
figura de una vidriera. Nuestra muerte es el plomo que sostiene el conjunto).

E. G-Máiquez dijo...

Cierto, qué raro que el traductor haya prescindido de la última frase, tan interesante y que vuelca una nueva luz sobre todo el fragmento.

Aun así, me parece bastante fácil y me cansa el meterse, automáticamente, con los que tienen por oficio hablar de Dios. Y es innegable que, para Bobin, como para los poetas de la posguerra española, se ha convertido Dios en un recurso expresivo, sobre todo de los últimos libros.

Que otras veces es un escritor finísimo, no lo niego. Es más: lo he defendido todo lo que he podido y por eso me compro y me leo sus libros en cuanto salen.

No conozco "La dama blanca", pero lo buscaré en cuanto termine de contestarte. ¿Está traducido?

Ángel Ruiz dijo...

Yo leí Autorretrato con radiador y El Bajísimo y me gustaron mucho, en tiempos.
Luego leí otro libro, que no consigo recordar ahora, y ya se me fue cayendo de las manos.

Por la frase que citas y por las que recogen en el comentario, no sé si se está convirtiendo en una parodia de sí mismo, cada vez más cerca del gusto de gente "que compra en librerías religiosas", entre vapores de inanidad, libros "para sentirse bien", de espiritualidad vagorosa, con frases supuestamente escandalizantes para supuestos trogloditas ultracatólicos, pero que en realidad son pellizcos de monza. Es como acercarse a Anthony de Mello, Paulo Coelho y similares: una pena acabar así.

Pablo75 dijo...

¿De qué última frase hablas? Mis citas vienen de internet, porque no sé dónde tengo los libros de Bobin, que son muy finos en las ediciones de bolsillo e invisibles bajo pilas de otros libros (y tengo más de 12.000, la mitad de los cuales desordenados). Y las citas las doy como están en internet. ¿Por qué no la has citado tú si es tan importante?

También me gustaría saber de dónde sacas que Bobin se mete "automáticamente, con los que tienen por oficio hablar de Dios". A mí, que he leído una gran parte de su obra, me sorprende mucho tu frase. ¿Tienes otras citas de él sobre ese tema? Yo no recuerdo que ésa sea una
manía suya y sí pienso, por el contrario, que es totalmente incapaz de ello.

También me deja estupefacto (sobre todo viniendo de un poeta y cristiano) la frase "es innegable que, para Bobin, como para los
poetas de la posguerra española, se ha convertido Dios en un recurso expresivo". Esa comparación y esa falsa afirmación acaba de convencerme del origen de toda esta discusión: tú a Bobin (que es el mayor poeta francés desde Eluard) lo conoces muy mal - y en traducciones probablemente macarrónicas. Y sobre él, sobre su vida, tampoco pareces saber gran cosa. Digamos únicamente que ha pagado y sigue pagando muy caro, dentro del mundo literario francés, el hecho de ser un poeta espiritual, cristiano, místico. Esta última palabra creo que también explica tu actitud hacia él: como Ortega y Gasset (en su célebre texto "Defensa del teólogo frente al místico", que es uno de los más estúpidos que se han escrito en España en el siglo XX sobre temas espirituales), tú pareces estar más del lado de la teología que de la mística - cosa extraña en un poeta (aunque no creo que puedas estar de acuerdo con lo que dice Ortega, un agnóstico que no conocía ni la teología ni la mística: "Cualquier teología me parece transmitirnos mucha más cantidad de Dios, más atisbos y nociones sobre la divinidad, que todos los éxtasis juntos de todos los místicos juntos").

En cuanto a su libro sobre Emily Dickinson, ignoro si está traducido al español pero yo te daría el consejo que doy siempre a quien me habla de traducciones en español: si sabes bien otra lengua importante (como en tu caso el inglés) no se te ocurra nunca leer traducciones españolas (yo no lo hago jamás, ni siquiera de lenguas como el italiano o el portugués). Búscalas siempre en esa otra lengua. Por razones profesionales primero y luego por simple curiosidad yo he verificado muchas traducciones del francés al español. Buenas, he visto un 1 %. El resto, muy mediocres o catastróficas (la última que he mirado es una de
Bloy, uno de los autores franceses más difíciles de traducir, que parece hecha con un programa informático de traducción - "De un experto en demoliciones").

E. G-Máiquez dijo...

Ángel ha explicado mejor que yo el peligro que creemos ambos (sin habernos puesto de acuerdo, eh) que corre Bobin. Veo que no estás de acuerdo, Pablo, y el tiempo y los libros que va sumando inexorablemente a su biografía darán la razón a uno u a otros.

Te he hecho caso y acabo de comprarme La dama blanca en inglés. Ya lo contaré aquí. Gracias.

Anónimo dijo...

"Es innegable que, para Bobin, como para los poetas de la posguerra española, se ha convertido Dios en un recurso expresivo". ¿Para TODOS los poetas de la posguerra española? Una afirmación, a mi modo de ver, insostenible en su falta de matices. ¿De veras, por poner sólo dos ejemplos que se me ocurren, para José María Valverde o Leopoldo Panero Dios no es más que "un recurso expresivo"? No, desde luego, tal como yo los leo.

Pablo75 dijo...

@ Enrique García-Máiquez

Me extraña que también tú practiques la censura en tu blog - en este caso inútil, puesto que he enviado mi respuesta a Angel Ruiz a su blog (al que dejé de ir cuando me censuró mensajes sobre Trapiello).

Como detesto que se utilice ese procedimiento para acallar argumentos y opiniones contrarias, como me parece un recurso de dogmáticos cobardes que muestra la verdadera cara de quien lo utiliza (sobre todo en el contexto de una discusión sobre poesía y espiritualidad), borraré también este blog de la lista de mis favoritos y dejaré de leer tu obra, ahora que sé quién se esconde detrás del excelente poeta y aforista.

E. G-Máiquez dijo...

Cierto, Ánonimo, sobra el TODOS, del que me arrepiento de corazón, pero no me negará usted que en muchos casos es un recurso expresivo que, siendo "Dios" un monosílabo, les venía de perlas. Hay un tic expresivo que tira por lo teológico y eso es lo que detecto en el último Bobin, tampoco, ciertamente, en todos sus apuntes divinos, pero en muchos.

Yo también podría extrañarme y ofenderme, Pablo, de que entre todas las explicaciones posibles (que se me traspapelase el comentario entre tanto correo, que no estuviese en casa, que en el móvil no pudiese publicarlo) escojas la explicación más mal pensada. Pero no es el caso, porque cómo enfadarme con alguien que admira lo que me importa, la poesía y el aforismo, y que ha hecho tan valiosas aportaciones y sugerentes recomendaciones. Deseo que encuentres interlocutores en internet mucho mejores que nosotros. Un abrazo.

Unknown dijo...

Aclaro, como traductor, que esa frase no figura en la versión original que nos facilitó Gallimard a la editorial Encuentro y a mí. No sé si existe esa frase o no, pero desde luego no está en la versión francesa que yo tengo, y por tanto no he podido traducirla.
En lo demás no entro, claro. Sólo aclaro lo que me atañe como traductor porque he sentido cuestionada mi labor. Quede claro, pues, que yo he traducido íntegro el texto que Gallimard me facilitó para emprender mi labor traductora.

Jesús Montiel.

Unknown dijo...

Aclaro, como traductor, que esa frase no figura en la versión original que nos facilitó Gallimard a la editorial Encuentro y a mí. No sé si existe esa frase o no, pero desde luego no está en la versión francesa que yo tengo, y por tanto no he podido traducirla.
En lo demás no entro, claro. Sólo aclaro lo que me atañe como traductor porque he sentido cuestionada mi labor. Quede claro, pues, que yo he traducido íntegro el texto que Gallimard me facilitó para emprender mi labor traductora.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias. Es un dato relevante. Sería muy ilustrativo saber quién quitó la frase o quién la puso. Si hay una versión revisado o así.

Unknown dijo...

Papá, le he dicho, pero es que encima esa otra frase me suena mucho. Pues papá, que me ayudó en los entuertos de la traducción (qué mejor ayuda), me escribe lo siguiente, diciéndome que lo pinga en tu blog porque él no sabe:

"Yo, que, por oficio, siempre he vivido entre científicos,
siempre he asistido boquiabierto a las polémicas entre
los apaciguadores (y casi nunca pacíficos) hombres de letras.
Así y todo, es la primera vez que asisto a la siembra de una duda sobre
un traductor manipulando (¡oh manípulo, que nunca debiste ser
desechado para la liturgia!) el texto del autor. O, quizá,
simplemente lo hizo google. Pero a mí siempre me gusta buscar una intención debajo
del felpudo de lo escrito, porque, queridos hombres de letras,
"indignatio facit versum", que dijo uno de Aquino (pero no Santo
Tomás). El texto que García Máiquez dice que hubiera arrojado luz
sobre sus tinieblas, si hubiera estado en la traducción
de Jesús Montiel, haciéndose eco así de otro letrado que dice que él lo vio
en el original francés,
sí que está en el texto que editó Gallimard y que Jesús Montiel tradujo
(aquí corrijo al traductor) y sí que se tradujo (aquí corrijo al traductor
y a los lectores metidos a críticos), pero, queridos literatos,
todo ustedes saben que para criticar un texto hay que leerlo.
El texto que enervó a García Márquez
se encuentra en la p. 70 (edición de Encuentro) y el texto que "faltaba"
lo pueden ustedes leer en la p. 101. El que los vio en francés, saltó
treinta páginas, o google lo hizo por él. No son textos correlativos. Lo cual
no quiere decir que se pueda usar el segundo para "arrojar luz
sobre el primero". Pero también al revés. Arrojémonos, pues,
luz unos a otros, y empezaré yo:
No revistan sus dudas, críticas o sensaciones personales de argumentos
"científicos" ni de "ya decía yo". Y, por favor, lean las obras enteras.
Y no busquen citas en google. No me lo tomen a mal. Siento envidia (sana)
de ustedes. Siempre he querido ser
como ustedes. Y escribir. Como ustedes. Pero no tengo tiempo, porque me queda
mucho que leer. Saludos cordiales."

E. G-Máiquez dijo...

Gracias por la luz. Eso era lo que pedía. Y entono el mea culpa por no haber recordado la cita de más atrás, que ahora que usted lo dice y así de bien, sí la recuerdo; aunque me consuela que al mismo traductor se le pasara. Los comentarios del blogg son una tertulia y a veces la memoria y las prisas nos juegan una mala pasada. Tampoco me enervo tanto.

Victoria dijo...

Completamente de acuerdo con Pablo75. El sí demuestra en sus comentarios que conoce no sólo la obra de Bobin, sino la esencia de este gran místico y poeta.
Basta ya de críticas injustas e injustificables. Si no le gusta, señor García-Maiquez, no lo lea, y si lo hace, mejor aprenda francés primero.
Un cordial saludo.

Victoria dijo...

Completamente de acuerdo con los comentarios de Pablo75, que demuestra conocer bien no sólo la obra, sino la auténtica esencia del gran místico y poeta que es Christian Bobin.
Basta ya de críticas injustas e injustificables, señor García-Maiquez, si no le gusta Bobin, olvídese de él; pero para criticarlo hay que conocerlo, es decir, leerlo... y bueno, el francés es una maravilla y nunca es tarde para aprender...
Un saludo,
Victoria

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con los comentarios de Pablo75, que demuestra conocer bien no sólo la obra, sino la auténtica esencia del gran místico y poeta que es Christian Bobin.
Basta ya de críticas injustas e injustificables, señor García-Maiquez, si no le gusta Bobin, olvídese de él; pero para criticarlo hay que conocerlo, es decir, leerlo... y bueno, el francés es una maravilla y nunca es tarde para aprender...
Un saludo,