lunes, 11 de junio de 2007

Carpe diem... pero cuando por la tarde miró a su presa, vio la noche

Por fin es lunes. Qué paliza descansar en Madrid. Colapso de planes, que se superponían unos con otros o se entremezclaban como una baraja en las manos locas de un croupier. No habías llegado a un aperitivo con éste cuando aquél estaba llamando para preguntar dónde te habías metido, que te retrasabas para el almuerzo. El tiempo-desplazamiento, que en el pueblo no existe apenas, en Madrid daba para ir dando excusas por teléfono desde el taxi a todos los que te esperaban en los distintos puntos cardinales. La culpa no era de Aznar, sino de Leonor, que hizo sus planes por su cuenta..., y sobre todo mía, desde luego, que por mi cuenta los hice. Lo peor es que ambos contábamos con el cónyuge. Había que estar, pues, siempre en dos sitios distintos, como mínimo.

Pero para algo dio. Amalia Bautista le dedicó un libro a mi suegra: "Para Nuni, que tiene bastante con su yerno". Y aunque yo no puede hablar de Orlando Bloom con Ana, como Rocío y mira que lo siento, sí que me dio para hablar de Harold Bloom o casi, de literatura y vida, con María y mira que me gustó. También para cambiar dos abstractas anécdotas monárquicas con Andrés Trapiello; para abrazar de perfil a Manuel Borrás; para que Abelardo Linares me regalara una t-shirt con el arquero de Renacimiento en el pecho; para conocer a Jorge Valdés y felicitarle por su flamante premio; para darle el libro de Amalia a mi suegra ("¡qué hermosa dedicatoria!", dijo con un sospechoso brillo en los ojos); para llamar al anfitrión de los EJECUTIVOS y agradecerle la resaca, perdón, quise decir las copas; para visitar el estudio del pintor Presas; para cenar con las amigas de Leonor, y mantener la conversación, y ver el fútbol de reojo con los maridos; para mandar continuamente SMS a José Mateos diciéndole que ya llegaba... o que no.

Nos dio, aunque por los pelos, para coger el tren de vuelta. Al hojear mis adquisiciones, en Antenas de Zagajewski me encuentro la frase que da título a esta entrada y que retrata el fin de semana. Y ahora, ¡a disfrutar del lunes, qué remedio: Carpe diem!, pero menos, espero.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Amalia, en todo, hasta escribiendo dedicatorias...menudo finde me he cansado hasta yo...es lo bueno de Madrid cuando vives fuera, por eso yo me fui, para pegarme findes como el tuyo...ahora si tuviese que ser todos los días me muero!!!

Corina Dávalos dijo...

Ay, qué agote. Yo con ese ritmo porpartida doble habría escrito una entrada menos airosa, algo como La ciudad no es para mí.

Anónimo dijo...

Por fin es lunes, dices. Lunes, ¿verdad? ¿Por fin? Madre... jeje

Luis dijo...

Pues si,¡por fin! es lunes. Los domingos vuelan y los lunes traen de su mano el merecido descanso.

Anónimo dijo...

Vaya fin de semana, sí, qué bien aprovechado. La dedicatoria, en efecto, muy fina ¿o afilada? Otra pregunta, ¿viste a Trapiello o es pura metáfora? Y quedamos pendientes de saber más sobre los ejecutivos.

Adaldrida dijo...

Tú qué quieres, matarnos de envidia...

Anónimo dijo...

Suscribo el comentario de Rocío.

E. G-Máiquez dijo...

De mataros nada, ni de envidia... El que acabó muerto fui yo. Y CRM, el encuentro con Trapiello fue tan breve que casi metafórico.

Anónimo dijo...

Es arriesgado someterse a un encuentro breve con Trapiello. Puedes acabar, para bien o para mal, en alguno de sus diarios.

Anónimo dijo...

¡Hola, Enrique! Soy María, la hija de Amalia.
Me ha gustado mucho encontrarme en tu blog, pero mira que eres exagerado. ¡Cualquiera pensaría que estuviste hablando con Harold Bloom en persona! Tampoco fue para tanto, aunque yo disfruté mucho hablando contigo.
Besos de parte de las tres.

E. G-Máiquez dijo...

Yo, desde luego, no te habría cambiado por Harold Bloom en persona.

Anónimo dijo...

Antes los veranos eran eternos,ahora apenas si los percibo.Y para peor a cada rato es lunes,y tengo que poner el despertador,sacar los perros antes de irme esperar el omnibus,...buscando el cuento de Ulalume los encontrè.Espero que pase el bajòn.Hasta siempre
Matilde (Uruguay)