domingo, 20 de diciembre de 2009

Buenos días y buena suerte

Se habla mucho de que con la prohibición catalanista de los toros no se quiere otra cosa que laminar allí todo lo que suena España. Y está claro. Pero, además, ¿no creen ustedes que les tiene que quemar la sangre que los taurinos, en vez de desearse "mucha mierda", como en el teatro, se digan "Que Dios reparta suerte"?

3 comentarios:

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Los nacionalismos, totalitarios y etnicistas, tienden al paganismo, como lo hizo el nazismo. La diferencia es que se envuelven ahora en el ropaje de lo políticamente correcto. Triste papel el de la Iglesia que se hace nacionalista, por interés o por vocación. Pero ese traición al espíritu católico (universal) se paga en seminarios casi vacíos.

JG-M dijo...

en la lotería toca o no toca:
pues a mi me ha tocado
(bueno..., 20 €). J

Anónimo dijo...

Es curioso el comentario de E G-M, que parece sugerir que los nacionalistas (catalanes) no pueden ser , o difícilmente son, creyentes, y el comentario de J. M. D. L. que lo apoya. Lo que parece haber en el fondo es la cómoda e interesada simplificación según la cual todo lo que no nos gusta lo atribuimos a nuestros contrarios, "con razón, sin razón o contra ella", como dijera Unamuno -y todo lo que nos gusta a nosotros mismos, naturalmente. Pero la realidad, la muy perra, no se deja reducir a esquemas tan elementales. Y así, el "triste papel de la Iglesia que se hace nacionalista" olvida lo intolerantemente nacionalista (española) que ha sido, y en buena medida todavía es, la Iglesia española... Y es que, desde esa óptica, sólo existen los nacionalismos contrarios al nuestro. Y, por cierto, "seminarios casi vacíos", ¿los hay en Cataluña exclusivamente, y en el resto de España están llenos? Temo que tanto E G-M como J. M. D. L. muestran cierta tendencia a la simplificación partidista; como cuando E G-M, en el artículo suyo a que nos remite, critica a Zapatero por desear "suerte", como si no hubiera circunstancias políticas (el secuestro de los cooperantes catalanes en Mauritania o el de los pescadores del Alakrana, la crisis económica que España padece sin haberla originado, o tantas otras) que no dependen de su decisión... Eso tiene el ver la realidad en términos de "buenos" (nosotros, naturalmente) y "malos" (los otros, quién si no). (Por cierto, la muy católica España "nacional" no le hacía ascos precisamente al "paganismo" nazi, como hasta J. M. D. L. debiera saber; y si no sabe, que pregunte en Guernica por la Legión Cóndor, sin ir más lejos).