miércoles, 30 de mayo de 2018

Palmeras solitarias, de Ramón Eder


En la contracubierta del recién publicado Palmeras solitarias, he tenido la oportunidad de confesarme:





Por dentro, Ramón Eder: 


Para olvidar lo malo hay que olvidar también lo bueno porque se olvida por bloques. 
* 
El escritor que no arriesga se cae. 
*  
La inmensa mayoría de los libros de autoayuda son pésimos pero los hay muy buenos como los de Séneca. 
* 
Si se pudiera vender el alma todos los tontos la venderían. 
* 
La novela es el arte de contar en cientos de amenas páginas lo que se puede contar en una página anodina.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Intenté ser alegre, pero la tristeza me lo impedía.