domingo, 10 de junio de 2018

Vaya


Estoy viendo, con enorme interés, la entrevista que Pablo Iglesias hace a Juan Manuel de Prada. Mi hijo Quique se sienta a mi lado, cariñoso. De golpe, Iglesias le pregunta por su libro Coños. Quique pega un salto y se le ponen tiesas las orejas. Ha identificado una palabrota de las gordas. Mira mi tableta. Yo no doy con el botón del apagado. Y en esas sale la gráfica cubierta del libro. Muy gráfica. La mira abrumado. No es un palabrota abstracta y está ahí, en el libro. Al principio, me ha fastidiado la situación, pero cuando al fin he conseguido apagar la tableta, he pensado que estaba bien. Cuando Quique sea mayor le contaré que su primera visión del sexo femenino en toda su crudeza fue bastante literaria y tuvo a su padre de azorado espectador. Supongo que hay mejores maneras de encontrarse con la palabra, pero también las hay mucho peores.




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