1) Lo que la época necesita es eternidad.
2) Sin riesgo no hay fe.
3) ¡Cuánto se asemejan la melancolía y la frivolidad!
4) La verdadera tarea consiste en ser objetivo con uno mismo y subjetivo con los demás.
5) Verdaderamente, para servir a la verdad sólo cabe hacer una cosa: sufrir por ella.
6) La más peligrosa de todas las enfermedades: admirar en público lo que se considera intrascendente en privado.
7) La luna es la conciencia de la tierra.
8) Tan sólo una cosa ha de ponernos serios: el propio pecado. Para lo demás vale el principio de que, si puedes tomártelo a la ligera, tanto mejor.
9) Aristócrata es o se vuelve todo aquel que a sabiendas quiere el bien.
10) La gente apenas hace uso de la libertad que tienen, por ejemplo, de la de pensamiento; en cambio, para compensar, demandan libertad de expresión.
11) La paradoja es el verdadero pathos de la vida intelectual.
12) La vida sólo puede ser comprendida hacia atrás, pero únicamente puede ser vivida hacia delante.
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4 comentarios:
Vaya campanazo el tuyo. Y a esas horas... ¡Feliz Año!
Una buena forma de comenzar el año: con Joubert en un bolsillo y Kierkegaard en el otro.
Acierto completo, Enrique. Kierkegaard es uno de los imprescindibles y merece un rescate y relectura ya. Hay que sacarlo del nicho en el que lo metieron los existencialistas.
Por cierto, me acabas de descubrir la fuente de un aforismo de Lec.
La última campanada es la que más retumba, al menos en mi cabeza. Gran entrada de año... Felicidades.
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