Hoy que es mi enésimo cumpleaños la casualidad me pone en los oídos
Le quattro stagioni de Vivaldi, qué suerte. Y me hago un propósito presto: emularle. No consentirle al tópico que ninguna estación sea menos hermosa y vivificante que las otras. Empezar y acabar con un
Allegro.
20 comentarios:
Vaya, ¡feliz cumpleaños!
¡Muchísimas felicidades, Enrique!
Esta vez a tiempo, ¡uff! Que el día sea un allegro increscendo
oooooh... tu cumple y mi celebración de cumple casi han empatado. ¡Felicidades! Caíste también en domingo!
Feliz cumpleaños, Enrique. Aunque tal vez tengamos -todos- bastante con un allegro, ma non troppo, que la avaricia rompe el saco...
Feliz cumpleaños, Enrique.
Muchas felicidades Enrique. Intento hacer memoria y.... ¿son treinta y nueve o quizás cuarenta?.
Por lo que tengo entendido
y mi memoria se atreve
nació en el sesenta y nueve
que es un año que no olvido.
Es, por tanto, bien nacido
por cuestión de afinidades...
Pero esto de las edades
lo calculo yo muy mal.
Que calcule cada cual.
Pues eso, felicidades
ESPINELETE
Si los biógrafos no mienten, son 39. La crisis de los 40 acecha... Pero no te preocupes, no es para tanto. Crisis, ma non troppo .
Si hay algo más féliz que celebrar un cumpleaños es darse cuenta de que el que los cumple es otro.
Felici-edades. Todas son buenas si se sabe disfrutarlas.
39 años tan solo:
¡felicidades, pipiolo!
¿Hará falta que te indique
quién te felicita, Quique?
Felicidades Enrique.
¡Muy feliz cumpleaños!
Ya, ya, que lo que tú querías es que te felicitármaos. Así se hace. ¡Muchas felicidades! Como mola cumplir años y ser el centro del mundo propio. Para mí que los móviles se inventaron exclusivamente para recibir mensajes por cumpleaños.
Llego a tiempo: ¡felicidades!
Felicidades. En la forma del concierto barroco, se entendía que tenía que empezar con una allegro, luego un tiempo lento (adagio o lento), y luego otro rápido. Vivaldi dio importancia a ese tiempo lento, componiendo bellísimas armonías, cuando hasta ese momento sólo era una transición convencional sin apenas relevancia. Felicidades.
Llego casi a tiempo: ¡felicidades, Enrique!
Prometo, Agus, que no estaba fishing for congratulations sino que la belleza del allegro que inaugura el otoño me pareció realmente muy ejemplificante para esta estación en la que entro. Con todo, los caminos del subconsciente son intrincados y dan lo mismo. El caso es que me he sentido muy acompañado en esta fiesta de velitas apagándose y os doy a todos (incluso a la anónima puñetera a la que deseo muchos cumpleaños felices, y yo que los vea), decía, a todos, las gracias emocionadas.
Felicidades (tardías).
¡Feliz Cumpleaños!
¿Valen tarde?
¡Felicidades! Llego al humo de las velas... ¿Queda tarta?
Publicar un comentario