martes, 17 de junio de 2008
Tal como fue lo cuento
Tengo clases de inglés dos días en semana. Viene la encantadora Patricia Walton, y charlamos una horita en el idioma de Shakespeare (P. W.) y de Toro Sentado (E. G-M.). La conversación no decae jamás porque cuando nos quedamos sin tema, antes de que pase un ángel, yo me lamento de mi pronunciación andaluza y tartamuda, y Patricia me consuela, ponderando lo bien que ella me entiende, mi vocabulario ingente y la extraordinaria fluidez. Así pasamos el tiempo. Otras veces Patricia trae alguna actividad, tipo LOGSE, para hacer la clase más dinámica y participativa. Esta vez se trataba de lo siguiente: ella me pasaba unas cartulinas con un nombre en mayúsculas y varios en minúsculas; yo tenía que conseguir que ella adivinara el nombre en mayúsculas sin recurrir en mi explicación a ninguna de las palabras en minúscula. Era una cosa entretenida. En ésas estábamos cuando aparece en mayúsculas: CONVERSATION. Yo farfullo: “The thing you do with me in these classes”. Ella, arrastrada por la emoción del juego, segura de acertar, exclama : “Flattering!”
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8 comentarios:
¡Jo, qué chasco! Ja, ja, ja. Apúntate una para tu humildad. De todas formas no es justo. Habría que oírla a ella hablar castellano.
vaya plancha... pffff...
Los juegos logsianos es lo que tienen...
LOL!
Nobody's perfect, my dear friend.
Salud,
Tlön
Pues a mí el juego me parece bastante divertido (lo vende no sé qué marca de juguetes como "Tabú"), y creo que el logsiano medio lo juega bastante mal, por su incapacidad de articular una definición...
Do not worry too much. My case is worse with German.
Esto me recuerda a aquel chico que le llevaron a Zubiri, según creo. Que quería estudiar Filosofía y que lo animara.
--¿Sabe Vd. leer griego?-- le preguntó.
El chico vino a decir como que todavía no lo suficiente.
--¿Sabe Vd. leer alemán?.
Aquí respondió que no.
--Empiece Vd. con eso y venga cuando sepa.
No sé qué está haciendo ahora el chico.
Yo soy partidario de las clases colectivas. El Centro de Lenguas Modernas de la UCA, o las Escuelas de Idiomas, me parecen buenas opciones. Aprendes con otros y de otros.
Y te haces unas comidas de caerte. Por lo menos nosotros. Y luego está la risa de oír a la profe de München que le gustan mucho las "chilipotas" (léase, claro, |jilipotas|) de Cádiz.
Me hubiera gustado asistir a ese momento.
A mí, Enrique, la conversación tuya que me importa es la que mantienes con los autores que traduces, y en eso eres tú el maestro y no el alumno. Un abrazo.
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