Desde que los científicos norteamericanos han descubierto que la siesta es un instrumento eficacísimo de trabajo, pues el cerebro, por lo visto, aprovecha el momento para reubicar todos los datos y para encontrar con pasmosa facilidad la solución a los problemas más arduos, desde que lo han descubierto, ay, me ha entrado un insomnio fatal.
No logro pegar ojo.
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10 comentarios:
No será ésto un síntoma claro anti-yanki ¿verdad?
Espero que no, que es usted muy sensato siempre.
Ojalá el sueño vuelva a esta casa.
Un abrazo
No se preocupe don Enrique, que ya los japoneses lo descubrieron antes y lo ponen en práctica rigurosamente.
Cielo santo, por qué habré leído esta entrada. Y justo después de la siesta. ¿Qué me pasará mañana, después de comer? ¿Qué será de mí y de mis siestas?
Don’t worry, dear Mary. It’s just against Utilitarianism.
Uf, Juanma, no sé si me pones peor lo de coger el sueño. ¿Los japoneses se pegan una siesta como estrategia productiva y rigurosa? Tendrán pesadillas, pobres. La gracia es justo lo contraria.
Lo siento mucho, Juan Antonio.
Nada, nada, Enrique. No creo que ni americanos ni japoneses puedan con mi sopor, así que no te preocupes por mí.
Además, mañana después de comer toca fútbol; el lunes, reunión con inspección; el martes, preevaluaciones y para el miércoles ya no me acordaré de americanos ni de japoneses...
Qué casualidad; ayer en el convento la priora me dijo (entre otras muchas cosas interesantes): si quieres matar a un fraile o a una monja, quítale la siesta. Me parece el colmo de la vida contemplativa.
Pues nada, a ver si hay suerte y alguien descubre que la paradita a media mañana en el curro y el pincho con los compañeros en horario laboral contribuye a la creatividad y aumenta la productividad, declarándolo obligatorio y de paso subvencionándolo.
Genial.
(Como siempre, la "ciencia" redescubriendio lo que ya sabíamos).
Bien por ti y por tu priora. Habéis hecho la obra de misericordia del día conmigo. Seguro que así vuelvo a coger el sueño. Gracias, Carlos. Y a todos, buenas noches.
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