Quizá porque han sido tan intensos estos dos días y medio en Madrid no veía la luna desde la autopista. Me la tapaban, no las nubes, sino las memorias, me dije, haciendo una frase. Y lo cierto es que iba recordando lo que me había ocurrido hacía siglos, al salir esta mañana de casa de mi suegra para ir al Congreso Chesterton del CEU. Se me vino encima un haiku:
Olvidarte el jersey
y no volverte:
¡la primavera!Con eso me bastaba, pero no fue todo. Ya en la rotonda de salida de la AP-4, a mano izquierda descubrí la luna a ras de horizonte, una luna oxidada y a medio gas:
Cuarto de luna
sucia, pero la vi
llegando a casa.
3 comentarios:
Nosotros también hemos estado en Madrid: no con Chesterton, sino con Faemino y Cansado y Chagall.
Qué hermosura de haikus. El último sabe a lo que sabe los abrazos.
Pues a mi me ha encantado el de la primavera.
Aunque por culpa de tal cosa tengo a mi hija malita. Ha tenido que hacer huelga, vaya.
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