Como el baciyelmo cervantino, podría decirse que los estudiantes hacen vacahuelgas (primero, vaca; después, por condescender con el criterio de corrección política, huelga, que, en realidad sólo cabe en el desarrollo de una relación profesional). Jilguero.
El problema, Enrique, es que una parte importante de los que asisten a la huelga son los que de verdad trabajan y cobran ese día: los sindicalistas a sueldo. El día en que los partidos políticos y los sindicatos vivan de las cuotas (deducibles si quieres de sus impuestos) de sus afiliados empezarán a cambiar las cosas. Te copio aquí lo que he mandado al diario porque a estas horas supongo que ellos no lo publican.
Siempre estamos con lo mismo, en vez de fijarnos en las ideas lo hacemos en los comportamientos de las personas. No sé cómo irán los tejemanejes de vuestras ciudades, pero en Madrid los miembros de las asambleas de estudiantes no cobran una mierda. Si no estamos de acuerdo con las ideas al menos respetemos la buena fe de la gente.
Ahora mismo, por ejemplo, hay 400 personas en la asamblea-encierro de la Facultad de Filosofía de la UCM. Os aseguro que no se parece en nada a un botellón o al prototipo de vacaciones ideales.
4 comentarios:
Como el baciyelmo cervantino, podría decirse que los estudiantes hacen vacahuelgas (primero, vaca; después, por condescender con el criterio de corrección política, huelga, que, en realidad sólo cabe en el desarrollo de una relación profesional).
Jilguero.
El problema, Enrique, es que una parte importante de los que asisten a la huelga son los que de verdad trabajan y cobran ese día: los sindicalistas a sueldo.
El día en que los partidos políticos y los sindicatos vivan de las cuotas (deducibles si quieres de sus impuestos) de sus afiliados empezarán a cambiar las cosas.
Te copio aquí lo que he mandado al diario porque a estas horas supongo que ellos no lo publican.
Siempre estamos con lo mismo, en vez de fijarnos en las ideas lo hacemos en los comportamientos de las personas.
No sé cómo irán los tejemanejes de vuestras ciudades, pero en Madrid los miembros de las asambleas de estudiantes no cobran una mierda. Si no estamos de acuerdo con las ideas al menos respetemos la buena fe de la gente.
Ahora mismo, por ejemplo, hay 400 personas en la asamblea-encierro de la Facultad de Filosofía de la UCM. Os aseguro que no se parece en nada a un botellón o al prototipo de vacaciones ideales.
Un saludo. (Siento ser el rojeras de la banda).
¡Qué rojeras! No seas tan humilde, Miguel. Y además, en el peor de los casos, en la banda estamos encantados con una nota de color...
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