jueves, 6 de febrero de 2014
Hasta después
Me apasiona el lenguaje y su agilidad. Como hemos dejado de decir "adiós" y lo hemos sustituido por el "hasta luego", éste ya significa "adiós" y no tanto "hasta luego". El único alumno menor de edad que tengo este año, Alfonso Moreno, haciendo gala de un magnífico instinto lingüístico, me lo ha mostrado claro. Después de la clase de primera hora, les he dicho a los alumnos, con los que tengo clase a última hora: "Hasta luego", y él me ha contestado: "Hasta después". Ahí está el sustituto, muy sutilmente traído.
Lo que me ha hecho recordar que hoy sale en Suma Cultural mi adiós a Fernando Ortiz, que es un hasta luego con todas sus letras, por supuesto.
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2 comentarios:
Me gusta un adiós cuando es hasta Dios, pero para volver a encontrarnos como caminantes caminando, hasta luego, que llena el alma con la esperanza de hasta después que es a Dios ;)
Es significativo de nuestro carácter, en mi opinión, el cambio de significado del adverbio “luego”. De significar que un acontecimiento sucede inmediatamente después de otro, sin ningún margen temporal en blanco, hoy se utiliza como equivalente a un impreciso “más adelante”.
Jilguero.
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