sábado, 28 de marzo de 2015
Feliz (y monógama) coincidencia
Descubro ahora mismo esta idea de Chesterton: "La variabilidad es una de las virtudes de la mujer. Hace innecesarios las exigencias crudas de la poligamia. Si tienes una buena mujer, puedes estar seguro de tener un harén espiritual"; y recuerdo un monólogo de Don Juan que escribí en 1996, en Ardua mediocritas.
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2 comentarios:
¡Qué curioso! no sólo la coincidencia, sino también que los hombres machistas nos suelen atacar diciendo "¡bah! sois todas iguales!" y resulta que ni siquiera somos iguales a nosotras mismas sino depende de en qué momento...
Si todas fuéramos iguales no sería posible la poligamia, y el divorcio y sucesivos matrimonios sería una búsqueda infructuosa.
Así es. Razón que tenía Chesterton, no solamente cada mujer es un mundo sino que hay muchos mundos dentro de cada mujer.
La mía en una misma mañana te combina ternura, mala leche, te monta un pollo sin venir a cuento, te cose un pantalón y se queja de que no le haces caso.
Mi mujer es de lo más polifacético.
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