De los últimos poemas, he escogido dos. El primero, con las tachaduras que yo le haría:
prohibido a las palabras
Quedaría así. Creo que lo del vuelo distrae. Pero puedo estar muy equivocado. Con todo, ¿no vuela más, precisamente, ahora?
Canta
lo que sabe el secreto
prohibido a las palabras.
El poema final da título a la antología. El título es muy bueno de por sí. El poema lo explica, si hiciese falta.
Lucho
el muro es alto
no puedo
empujarlo
tampoco saltarlo
escucho humildemente
lo que canta
al otro
lado.
Lo que le debemos a Ángel Darío Carrero es que nosotros, gracias a él, también lo oímos.
3 comentarios:
¿Y el "Ángel Darío Carrero (4/5)"? ¿Es la entrada anterior?
Para mí, sin lo del vuelo, el poema queda manco. El primer verso prepara para el tercero. Y el "sólo" es también muy importante. Da mucha fuerza a la afirmación final.
Sin duda la poesía es ese secreto que las palabras, impotentes, no logran alcanzar. Y también intentarlo.
Redonda la faena que le has hecho al primero. Si sigues tachando un poco más, lo dejas en psalle et sile.
Publicar un comentario