con este texto: "Lo dijo el Padre: 'Tenéis que ser como ángeles'... aunque no especificó la clase. Espero que éste te asista en tus quehaceres periodísticos. Un abrazo."
Yo espero que alguien que se ha tomado la molestia de averiguar entre otras cosas mi dirección postal, visite de vez en cuando el blogg. Más que nada, para darle las gracias.
9 comentarios:
Es el Angel de la Victoria que se erguía en un cerro a las afueras de Valdepeñas y que la ETA voló reduciéndolo a un siniestro esqueleto de hierro. Por eso, entre otras razones, procura ir siempre a Madrid por la carretera de Extremadura.
Donde dije "procura" quise decir "procuro"
Igual alguien ha leído algún libro tuyo y ha buscado la dirección en las páginas blancas. No sería en absoluto de extrañar. En todo caso, si la postal te la han mandado anónima creo que deberías conservarla anónima, privada.
Pero ¿no es al revés? Si firmada, estaría del todo de acuerdo contigo y no la colgaría... Siendo anónima parece que es más pública. Al menos, menos impúdica su publicación.
Con permiso de Aquilino Duque, el Angel de la postal anónima que te han enviado no es tal, sino el Arcángel San Miguel, concretamente, el que se encuentra a la entrada de la Basílica del Valle de los Caídos en Madrid; su autor creo que es Juan de Ávalos -al igual que el de los cuatro Evangelistas que rodean la enorme cruz de piedra que se yergue sobre el Valle-.
Tengo un recuerdo indeleble del Arcángel San Miguel, porque cuando iba de pequeña, me daba tanto miedo que me ponía a llorar, y sólo podía entrar en la iglesia en brazos de mi padre, ocultando la cabeza en su hombro y sin osar dirigir la mirada a la inquietante escultura.
Lo que no tengo claro es a qué tipo de ángeles se refiere la postal anónima...
Decía que era San Miguel. Pues no, rectifico. Entrando en la web del Valle de los Caídos, se puede ver perfectamente la imagen del ángel de la postal: es uno de los dos ángeles centinelas que flanquean la escalera de acceso al altar de la Basílica del Valle de los Caídos (no estaba yo equivocada del todo), y lo de la espada me hizo relacionarlo con San Miguel (el "príncipe de la milicia celestial"). Los centinelas son obra de Carlos Ferreira, en tanto que los cuatro Arcángeles (Miguel, Rafael, Grabriel y Uriel), que también están en el Valle, fueron esculpidos, en efecto, por Juan de Ávalos.
Uno de los recuerdos más nítidos de mi infancia es el que he relatado, y, repito, esa figura imponente -de seis metros de altura- no se me borrará mientras viva. Desde luego, el que te mandó la postal quería impresionarte...
Gracias por la información. Lo de los distintos clases de ángeles está más claro ahora, que he corregido la errata.
El Angel destruido en Valdepeñas era también de Juan de Avalos, y probablemente de la misma serie que los del Valle. Es de esperar que éstos nop corran la misma suerte.
Perdone mi atrevimiento, pero fue el FRAP, e incluso se dice que en el comando estaba el padre de Pablo Manuel Iglesias.
Un saludo.
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