jueves, 31 de diciembre de 2015

Adiós, adiós


Entre las cosas malas de este año, que dejé de llevar mi diario, con lo que contento que estaba yo con mi diario, y lo que me servía los 31 de diciembre para volver la vista atrás. Pero este año no me dio la vida, como tampoco a tantas cosas. 

Y ahora miro atrás, al año, y todo es niebla, que diría un metafórico, o sea, todo olvido o confusión. Y, de pronto, he dejado de lamentarlo —ahora mismo— y me he dejado embargar por la alegría. Si algo mereció la pena, ya lo recordará alguien; si algo fue bueno, en la memoria de Dios se queda y dónde mejor. 

Yo llego al año nuevo más desnudo que otros años, más dispuesto a empezar de cero. "Si pierdo la memoria, qué pureza", escribió Gimferrer, y Abel y yo siempre nos reíamos de ese verso, pero hoy, no sé, tiene su aquel.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo el mundo desea que vuelva Zapatero.