domingo, 22 de julio de 2018

Mariología y hamaca


En la hamaca de la piscina me di cuenta de que mi tarde se me estaba complicando mucho. No podía sacar a los niños del agua a la carrera y Leonor estaba haciendo gestiones. Me resigné a quedarme tumbado en la hamaca, leyendo, mirando de reojo las risas de los niños, y a no ir a una actividad religiosa que tenía convocada. Como estoy leyendo un librito extraordinario de un escritor protestante, me dije: "Cambio la meditación por esta lectura y quizá me aproveche bastante más".

Pero la Providencia no iba a dejarme tan pancho en mi hamaca. El libro, ya digo, había sido extraordinario hasta ese momento, pero justo cuando lo utilizaba de coartada moral, va el autor y se pone a hablar regular de la Virgen María, con lo que yo la quiero, y del culto excesivo de los católicos. Ay.

Me lo tenía merecido.

Quedé bastante mohíno. Tanto, que por la noche, la misma Providencia tuvo a bien regalarme una copla de Mario Quintana que, aunque quizá sólo sea un requiebro a una sobrina llamada María, podría leerse perfectamente como un canto eucarístico y mariano. Así lo leo y lo rezo y lo agradezco yo:

Tres cosas hay en el mundo 
cuyo gusto nunca hastía. 
El sabor del pan, del vino 
y del nombre de María.

 

5 comentarios:

Ignacio Lete dijo...

Por favor, Enrique, ¿cúal es el librito extraordinario del escritor protestante?

Infinitas gracias

Ignacio (de Santiago de Compostela)

Unknown dijo...

Ay Enrique, qué bellezas traes aquí. Te leo maravillada!!

Vicente dijo...

Bonita versión del bernardino "De Virgo numquam satis"

P. Albrit dijo...

Don Enrique, tenga a bien agradecer a don Mario Quintana la materia para el sermón de la Virgen de las Nieves.
Y Ella nos colme de hambre de esos gustos.

josemaria dijo...

Muy bueno.