lunes, 24 de diciembre de 2018

Homilías


Qué peligro tienen las homilías. La semana pasada el sacerdote nos contó que para qué nos iba a tocar la lotería, si el premio gordo era el Nacimiento de Jesús. Más de acuerdo con la segunda parte que con la primera, pero todo perfecto, bien. Por lo visto, si te toca la lotería tienes muchísimas más probabilidades de ser un infeliz. Hay investigaciones. Eso se le ha quedado grabado a mi hijo Quique a fuego. De manera que anteayer celebró como nadie que no nos había tocado nada y hoy me ha pedido por favor que no juegue con fuego y que no eche la primitiva, por Dios, qué imprudencia. He querido razonar con él, pero no ha habido manera: lo dijo el sacerdote y en Misa. 




3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Feliz Nochebuena!

Anónimo dijo...

¡Feliz Nochebuena!

Gonzalo GY dijo...

Unos amigos (que creo comunes) no sólo no juegan, sino que tienen a una tía monja rezando siempre para que nadie de la familia se haga rico...