sábado, 31 de octubre de 2009

Ejercicio práctico

Lee en misa una señora mayor de voz temblorosa. Acaba con el salmo: “Cuando pienso que voy a resbalar, tu misericordia, Señor, me sostiene” [Ps 94, 18]; y, sin solución de continuidad, ni corta ni perezosa, emprende el descendimiento por los empinados escalones del altar, realizando el ejercicio práctico de la lectura. ¡Y sí, la sostiene!

3 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

¡Ohó!

Máximo Silencio dijo...

y nos sostiene...

Saludos

Jesús Beades dijo...

Hubiera sido de humor negro (un tanto Job) que se hubiera dado un batacazo.