sábado, 3 de mayo de 2014
Del arte
En casa tenemos un cuadro de la finca de la familia de Leonor y otro de la de mis abuelos. La antigua de Leonor era más grande y bonita, pero nuestro cuadro es mejor. Eso implica tres cosas: 1) el cuadro de Villajoyosa, de Muñoz Barberán, está en el salón y el de Reina Marín, pintando con mucha gracia por mi suegra, en la cocina, 2) la nostalgia es mayor por el campo de mis abuelos; y 3) paradójicamente, a través de la pena, lo hemos perdido menos, menos y más, más y menos.
Todo esto tiene una lectura metapoética, aunque prefiero sentirla, más que pensarla.
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