La alegría de que fuese en un oratorio, que falta nos hace, aunque esté desacralizado. Y esa mezcla de la historia de España (la cuna de nuestro constitucionalismo, desde luego) con el Sagrado Corazón, que presidía la lectura.
Y qué chocante que el aplauso más fuerte de la noche, sin lugar a dudas, fuese a Ramón Arcusa, el del Dúo Dinámico, que se levantó a hacer una pregunta. Allí vibró el aire. Lo que me induce a comentar dos subcosas.
El peso de lo mediático y del espectáculo entre los ciudadanos libres e iguales podría desmoralizar a cualquiera. ¿Qué pensarían Cayetana Álvarez de Toledo y Arcadi Espada?
Pero a la vez, sin embargo, quizá operase una poderosa fuerza subconsciente y telúrica. Con el aplauso entregado y largo y hondo y alegre y repicante al Dúo Dinámico, ¿no se estaría aplaudiendo una época en la que España no era discutida ni discutible? Eso seguro que no lo pensaron Cayetana ni Arcadi, pero aquí lo dejo.
2 comentarios:
Sugestiva errata, lo de "Libros e iguales". Si es cosa, como supongo, del corrector automático, en esta ocasión no le ha faltado ingenio. Felicidades a ambos.
Vaya, vaya, decir eso sí que es "valiente", en el sentido que se le da hoy a esa palabra. Me refiero a lo último, claro.
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