Desde que nos casamos, tengo avasallado el ex libris de Leonor. En casi todos los libros que entran en casa, estampo el mío, y luego ella va leyendo los que lo apetecen, pero que ya están herrados.
Sin embargo, no me he rendido y he encontrado una forma de reciclar el ex libris de Leonor. Aprovechando que Leonor Blázquez también puede leerse como Leído Bien lo pongo al final de los libros que sí me leo, que no son, ay, todos los que me llegan.
Con eso, le guiño a Leo que me suplica que por lo menos me compre sólo los libros que voy a leer. Hay además una conyugalidad más íntima: sólo merecen su sello los que han encarnado en una lectura, los no se quedaron en un deseo pasajero, aunque generalmente justificado, utópico, imposible.
Finalmente, como son los libros que he navegado, así que todo queda redondo, hasta el dibujo cuadrado.
1 comentario:
Muy interesante don Enrique Juan viejo
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