domingo, 22 de febrero de 2009

La maldición del poeta

Ve a un extraño en el espejo
y, aun más, en la vida: sólo
se reconoce en sus versos.

13 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

A ese "sólo" también se le podría quitar la tilde. Son los "inconvenientes" de la escritura. En una recitación, el poema es doblemente significativo.
Otrosí, la maldición del poeta se convierte en bendición para el lector. Luego no es tanta la maldición...

Juanma Suárez dijo...

A mi modesto entender, ese "sólo" debe llevar tilde, porque un poeta nunca está "solo" en sus versos, porque cada verso es todas y cada una de sus vidas íntimas...a mi modesto entender.

Corina Dávalos dijo...

¡Viva la maldición!...del poeta, claro. Muy bonito, Enrique, gracias.

Escoliasta dijo...

Y si no te reconoces en el espejo, ni en la vida, pero tampoco tienes oportunidad de contemplar tus versos. Acaso únicamente (por evitar el sólo/solo) en los de otros... ¿es esto maldición de poeta?. No lo parece (pues no hay versos), porque parece más bien tragedia, pero no encuentro el sustantivo al que asignársela. ¿La simple tragedia de un particular?, !eso ha de ser¡.

E. G-Máiquez dijo...

Buena propuesta, ADH, y ganaría universalidad. Podríamos titularla LA MALDICIÓN DE CUALQUIERA.

Ve a un extraño en el espejo
y aún más extraño en la vida.
Sólo espera que Dios pueda
reconocerlo en su día.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Podría ser ésa la definición del alma de un poeta: un peregrino con un ansia de no sé qué y al que todo, incluso él mismo, le resulta extraño, menos ese no sé qué que anda buscando. Un abrazo

Escoliasta dijo...

Magnífica versión, me atrevería a juzgarla mejor que la primera, porque ha ganado en trascendencia. Me parece perfecta y no tiene nada del posible exclusivismo que pudiera buscarse en la primera. La acógere como lema. Muchas gracias.

Enrique Baltanás dijo...

Pequeña sugerencia artesanal:

Ve a un extraño en el espejo
y, aun más, en la vida: sólo
se reconoce en sus versos.

E. G-Máiquez dijo...

Agradezco, acepto y subo. Gracias, Enrique.

Anónimo dijo...

A propósito de la tilde de sólo. Si se le quita la tilde podría interpretarse que cuando está acompañado no se reconoce en sus versos.
Ahora bien, el solo que expresa soledad (estoy solo), aunque no lleve tilde, se acentúa más al decirlo que el sólo que excluye pluralidad (recibo sólo por las mañanas). Esta idea la he oído hace muchos años por T.V. al profesor Criado del Val (creo que era él).

Jesús Sanz Rioja dijo...

Y a algunos, más vale conocerlos sólo en sus versos. ¡Te llevas cada chasco...!

Adaldrida dijo...

Me gustan los dos poemas, aunque más el segundo. El grifo se abre...

Píramo dijo...

Una nueva vuelta de tuerca. Ve a un extraño en el espejo "y aún más, en la vida". ¿Acaso la vida es algo más que un espejo? ¿De qué lado del espejo estamos?