viernes, 25 de noviembre de 2016

Precioso error

En mi antología sobre la poesía del padre, de inminente publicación, rehuí en la medida de lo posible la consulta con los autores, porque algunos, si te descuidas, te escogen los poemas que has de incluir y te vetan otros que te gustan mucho. Es un sacrificio, porque implica renunciar a una información de primera mano y de enorme interés. Para complicarlo todo, esa información, a veces, será veraz, pero dolorosa. Éste es el poema que yo había escogido de Jacobo Cortines:




A tiempo me entero de que el poema no está escrito, en realidad, a la muerte de un padre, sino a la de un amigo. Me confundió la belleza del texto, las iniciales de la dedicatoria, la serenidad elegíaca, el mundo rural...

Sabiéndolo, ya no me queda más remedio que quitar el poema, ay, pero no deja de haber sido un error precioso que plantea dos problemas, uno general y otro personal. El mío es si tengo menos atento el oído para la amistad que para la familia, me pregunto, escamado. ¿Por qué consideré que era, necesariamente, un poema filial? Aunque quizá me sirva como excusa, como sugiere Jacob Iglesias, que, al estar haciendo una antología sobre el tema, me haya pasado dos años viendo padres en todas las elegías. El problema general y metapoético es más enjundioso: ¿hasta qué punto hubiese sido legítima, basándose en el texto, esa lectura equivocada?

Por suerte, el nuevo poema de Cortines, que sustituirá a éste, también es estupendo.

6 comentarios:

Adaldrida dijo...

Enrique, es siempre un placer leerte, en medio de la vida

Josefina dijo...

¿Y si uno los "transforma" en poemas a su padre, no puede ser? (Me pasa últimamente, ya que hace poco perdí el mío).
Como en el comentario anterior, digo: es siempre un placer leerlo.

Jesús Beades dijo...

Qué pena, si se hubiera retrasado un poco, podría haber contribuido con unos cuantos.

José María JURADO dijo...

Un error más precioso, o un hallazgo poético, ¿uuién lo sabe? es que desde una azotea de Bornos pueda verse Puertollano, tanto más cuando ya no funciona la gloriosa columna de humo que cantó Mesanza.

Montellano es la lectura correcta, ya corregida, por cierto, en "Pasión y paisaje".

Abrazos.

Javier García dijo...

Poesía,padre ,amigo y paisaje,¡qué tres temas entrlazados tan entrañables para el hijo de un Ayudante de Montes que no hace mucho que lo despidió(«hasta ahora,Papá»)
...y,¡Gracias,Enrique!

Pablo75 dijo...

Supongo que en esa antología sobre la poesía del padre haya los dos poemas que el gran César Vallejo (para mí el mejor poeta en español del siglo XX, dicho sea de paso) dedicó a su padre, que están en "Los heraldos negros":

"EL PADRE

Tierra de sembradura inculta y brava,
tierra en que no hay esteros ni caminos,
mi vida bajo el sol tiembla y se alarga.
Padre, tus ojos dulces nada pueden,
como nada pudieron las estrellas
que me abrasan los ojos y las sienes.
El mal de amor me encegueció la vista
y en la fontana dulce de mi sueño
se reflejó otra fuente estremecida.
Después... Pregunta a Dios por qué me dieron
lo que me dieron y por qué después
supe una soledad de tierra y cielo.
Mira, mi juventud fue un brote puro
que se quedó sin estallar y pierde
su dulzura de sangres y de jugos.
El sol que cae y cae eternamente
se cansó de besarla... Y el otoño.
Padre, tus ojos dulces nada pueden.
Escucharé en la noche tus palabras:
... niño, mi niño...

Y en la noche inmensa
seguiré con mis llagas y tus llagas."

Hay también uno de Neruda a su padre.