martes, 18 de septiembre de 2018
Los increíbles
Ya no soy jefe de estudios, pero los actuales, que trabajaron codo a codo conmigo, han decidido dejarme en el chat de jefatura.
Estos días me he sentido como el padre de los increíbles, retirado, pero oyendo en el coche parado en el callejón, la radio de la policía, sus frenéticas persecuciones, los peligros, los trabajos.
No es que lo haya echado de menos, no, no, Dios me libre, pero está siendo una sensación extraña, como de una gran quietud tensa.
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