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Dos encabalgamientos que se me escaparon, galopando, para siempre
Uno: "La realidad es intere-
santísima".
Y otro, en un poema de amor conyugal: "Te veo perfecta-
mente".
Ahora mi poesía ya no es tan juguetona, y eso (o éstos) que he perdido.
1 comentario:
Tan denostados siempre, los encabalgamientos, pero tan socorridos a veces.
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