sábado, 21 de octubre de 2006

Ni un pimiento

Empezar, como yo ahora, una sección en un semanario recuerda mucho a cuando se sale a cenar con unos recién conocidos. Se intenta dar una buena primera impresión, y uno recurre a esas anécdotas infalibles que le retratan más gracioso y personal. Lo inquietante es que, mientras todos ríen, ahí está también la santa esposa de uno, que ha oído esas batallas ya cientos de veces. Y que piadosa, menos mal, sonríe.

Qué bien quedaría hoy si contase alguna de mis historias más impactantes, como mis relaciones con “Carbón”, mi perro, o con mi suegra. Sin embargo, sé que muchos lectores de los periódicos en los que ya escribo compran ALBA, y no quisiera forzarles a una paciencia para la que les falta la gracia sacramental.

Procuraré, por ellos, no repetirme nunca. O casi nunca, que conviene que hoy confiese de nuevo el lema que guía mis escritos. Como lema, no fue original ni la primera vez que lo escogí en mi primera colaboración en mi primer medio. Son dos versos de William Dunbar con quinientos años, pero quién los supera:
Man, praise thy Maker and be merry
And give not for the world a cherry.

Traducidos son: “Alaba a tu Creador y está contento/ que lo demás no importa ni un pimiento”.

Aquí hablaremos, como es lógico, de lo demás, o sea, de lo que, comparado, importa menos, como la literatura o la sociedad, o incluso muchísimo menos, como este Gobierno; y aunque a veces toque protestar o indignarnos, intentaré hacerlo —cuente lo que cuente— sin perder la sonrisa. Como hace mi mujer.
[Publicado en Alba]

8 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

Enhorabuena por la nueva tribuna. "Alba" ganará mucho a partir de ahora. La prueba, este botón.

Juan Ignacio dijo...

¡Felicitaciones!

O sea que no harás como esos queridos curas que conocemos a veces que en sus prédicas repiten sus anécdotas cada año para la misma fecha.

Anónimo dijo...

Felicidades, Enrique. ¡Ya sabía yo que llegarías lejos! :)

E. G-Máiquez dijo...

Gracias por las felicitaciones. Alba, como su propio nombre indica, está empezando y aún le queda mucho cielo que escalar, pero sí que hace ilusión colaborar en un medio nacional y combativo. Será cada quince días, o sea, que lo mío es medio grano de arena.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, desde luego. Publicar y poder ser leido es una fortuna. Intituyo que lo próximo será La Linterna o La Mañana, ¿no?

E. G-Máiquez dijo...

Eso, ni hablar, querido Alberto. Yo sólo sé expresarme a veces por escrito. En la radio lo mío sería un tartamudeo hertziano.

Anónimo dijo...

Por lo que conozco de la publicación (la portada, leída con incredulidad en los quioscos), desde luego que va a ganar con usted. Lo que no me queda nada claro es que gane usted vinculándose a lo que tiene todo el aspecto de un panfleto histérico.

Dicho sea sin respeto alguno ;-))

E. G-Máiquez dijo...

Le agradezco mucho, inteligente Ignacio, el elogio que envuelve su correctísima falta de respeto.

Y dentro de dos o tres colaboraciones, le contestaré, si puedo.