Al
blog “Ramón Gaya” cuanto más se acuda mejor. Y acudan ustedes pronto a oír cantar a Alicia Serna en un acto del Museo Ramón Gaya. Alicia lo hace con
una delicadeza estremecida, transparente y honda que no desentona de la pintura
de Gaya y que viene directamente de la luminosidad de alma de la pintura de su
padre. Porque Alicia es hija de Pedro Serna, quizá el discípulo más inteligente
y personal de Gaya. Es bonito ver cómo a veces los hijos no escogen el mismo
campo artístico o intelectual de los padres, pero sí continúan el mismo temblor
espiritual y la misma exigencia de calidad. El caso de Alicia es paradigmático,
pero también el de Rafael Trapiello (fotógrafo) y Guillermo Trapiello (pintor e
ilustrador), hijos del escritor Andrés Trapiello; y también el asombroso caso
de los hijos de Julián Marías: Miguel (agudo crítico de cine), Fernando (prestigioso historiador
del arte), Álvaro (exquisito crítico de música clásica) y Javier (conocido novelista). Cómo lo han
hecho esos padres para transmitir no ya el oficio concreto, sino la pasión y el
nivel, es un misterio, aunque en los tres casos que citamos hay una
coincidencia: la finura y la inteligencia de las respectivas madres. Lo pienso
y lo sigo pensando según escucho y escucho los cantes de Alicia Serna con un
catálogo de pinturas de su padre ante mis ojos y el gratísimo recuerdo de Isabel, su
madre.
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8 comentarios:
"Agudo", "prestigioso", "exquisito" y, toca Javier Marías, "conocido". ¡Qué fino!
En mi caso, diría grandísimo novelista.
Bien, Suso, confieso que hablo de oídas. Pero fiándome de tu palabra, echaré las redes. Dime una novela suya, la leeré a la voz de 'ya'. Su traducción del Poema no escrito de Auden es estupenda.
Es una estupidez, pero me da miedo recomendarte una novela de Marías y que no te guste, como si la novela fuera mía. Bueno, va: "Mañana en la batalla piensa en mí". Cuéntame después que te ha parecido.
Yo venía a decir lo mismo que Suso; y ya que estoy, también recomiendo 'Mañana en la batalla piensa en mí'. Y si no te gusta, pues no pasa nada.
No lo veo nada estúpido. A mí también me da mucho miedo recomendar libros.
Al sumarse, CRM ya me ha entrado la ansiedad. Aparcaré El mapa y el territorio para entrar en batalla.
Sé que la crítica acompasada es esencialmente injusta, pero no creo que un tío (Javier Marías), que es capaz de escribir estas cosas
http://www.lafieraliteraria.com/index.php?option=com_content&view=article&id=633:carta-a-los-criticos-alcurnes-adoradores-de-javier-marias&catid=32:todo
...pueda ser un grandísimo novelista, salvo en caso de que, por descuido, aparque ocasionalmente su torpe modo de expresarse y empiece a escribir bien.
Me gusta más la literatura que la masturbación mental, de modo que prefiero oír a Miguel hablando de cine que leer a Javier. Y ya siento que el que haya salido más tonto sea el novelista.
Javier Marías es muy cargante y no creo que te gusten sus novelas. Si acaso, Todas las almas. Ahora, como traductor es estupendo. Su versión de El espejo del mar, de Conrad, insuperable.
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