Profesor peripatético, expliqué en clase la idea de Aristóteles de que la virtud está en el justo medio, una cima entre dos simas, una por exceso y otra por defecto. En el examen propuse una lista de virtudes, para que determinaran sus dos abismos, uno a cada lado. Ha resultado muy interesante e ilustrativo. El exceso de "Fidelidad" ha sido una de las estrellas: "Soso", puso uno; una, "Calzonazos". De "Generosidad" y en la columna de las exageraciones un genio precisó: "Pobre (solo)", que podría ser un epigrama quevedesco. La mayoría se decantó en este caso por "Tonto". Otro alumno propuso como exceso de "Sinceridad": "Chivato", que no está nada mal. Quizá forzando la mano, les propuse "Moralidad" como virtud, y ellos, ni cortos ni perezosos, dándome un signo de los tiempos, se lo tomaron en una abrumadora mayoría como "tener la moral alta", en plan equipo de fútbol, y me pusieron como defecto la depresión o el desánimo y como exceso la euforia o la autoestima disparada. Uno sí cogió onda y escribió, de defecto, "Irse al infierno" y como exceso "Ser un cura". La otra que sí, exclamó como exceso: "Mojigato", que estaba tan bien puesto y era tan contundente que pensé: "¿Irá por mí?"
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8 comentarios:
Yo, con Jean Guitton, no creo que la virtud sea exactamente el justo medio, sino el que va un poquito más allá hacia el exceso, si hablamos por ejemplo de la valentía: ¿no se inclina, desde el punto medio, un poco más hacia la temeridad, sin estar equidistante entre ésta y la cobardía?
Habrá otras virtudes que, para serlo, acaso deban acercarse un pelín más hacia su defecto.
Y ¿el nombre del "exceso" en fidelidad?
Crees casi exactamente como Aristóteles también, querido Suso. Él decía que la virtud está en el medio, pero que no para nosotros, tendentes más o al defecto (a la avaricia con respecto a la generosidad) o al exceso (a la gula con respecto a la templanza). Entonces como tú y Guitton decís hay que forzarse hacia el otro lado, sin esconderse en las equidistancias.
De "Fidelidad", el exceso que han puesto muchos alumnos ha sido "Celoso" o "Obseso". Y me ha parecido perfecto, ¿no?
Así funcionan los chicos, hay que guiarles un poco, porque si no puedes decirles algo y entienden lo contrario
Lo de que el exceso de moralidad resulte "ser un cura" me ha hecho reír un rato, y me ha recordado aquella definición, involuntariamente genial, de la vieja "Antología del disparate", según la cual (cito de memoria), "la fe es lo que Dios nos da para poder entender a los curas".
La interpretación de moralidad (la del Alcoyano) me aco...ngoja. ¿Eso es ya lo que creen los chavales que es la moral?
Y... a qué extrañarse.
Gracias, Gonzalo, por acompañarme en el sentimiento; y a Gatoflauta por acompañarme en las risas, que lo cortés no quita lo valiente.
Me gustó mucho lo de "una cima entre dos simas", lástima que los hispanoamericanos no lo podamos decir más que en lenguaje escrito.
Saludos.
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