viernes, 19 de octubre de 2018

Sabores



Como de buena mañana yo me levanto agotado y Leonor en pleno dominio de sus facultades, no deja de chocarme tanto encargo, orden, observación, consejo, reproche por lo dejado de hacer y recordatorio de lo pendiente. Luego, en el trabajo, yo también más repuesto, con las compañeras todo son sonrisas y buenas maneras y correos encantadores y muchas gracias en todos los sentidos. Me parece muy bien, por supuesto, porque da gusto trabajar con personas a las que gusta su trabajo, pero me paro un momento, suspiro, sonrío y me digo: "Menos mal que, mucho más que el dulce, me gusta el sabor ácido".


1 comentario:

Candela dijo...

Uf, te la vas a cargar