martes, 30 de mayo de 2017
No todo es glamour en Waugh
No sé si directamente mendigos o mochileros, me cruzo con dos nórdicos. Una va en una silla de ruedas y su amigo empuja con brazos tan fornidos como tautuados o directamente sucios, y carga con una mochila de dimensiones dobles. Me parece una imagen enternecedora de la amistad, de la caridad si nos ponemos exactos. Y recuerdo a Sebastian Flyte cuidando de su alemán. No todo en Retorno a Brideshead es glamour, pero todo es elevado.
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