jueves, 4 de mayo de 2017

Que te sea leve


Salgo temprano y ya está Manolo trabajando en el jardín. Se alegra mucho de mi madrugón. Y a mí me extraña el suyo, pues suele trabajar al mediodía y cortar el césped a la hora de la siesta, como me recuerda el vecino con frecuencia. Ha cambiado el horario por el calor, y es otro encanto de las altas temperaturas 

"Que te sea leve el trabajo", se despide. Recuerdo que antes, cuando nos veía almorzando decía: "Que os aproveche". Quizá quedaría mejor al revés: que el almuerzo te sea leve (esto, es light) y que el trabajo me aproveche mucho.

Pero está mi otro artículo, el de que al trabajo vamos a inmolarnos, y veo que el jardinero, tan dickensiano siempre, tiene un eco clásico: el del epitafio de que la tierra te sea leve, justamente. Es más hermoso y apropiado, menos utilitarista, que un trabajo que nos aproveche.


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