Anoche tocó guitarra. Yo iba arrastrando los pies (todo lo contrario que el taconeo), pero no porque no me parezca bien el flamenco, sino porque tengo mil cosas pendientes.
Éste era el programa:
Tras los primeros compases, me entró la furia mimética:
Qué envidia me da el flamenco
que con tres ays y un quejÃo
tiene hecho el sentimiento.
Lo único roto mÃo soy yo:
Roto entre diez vocaciones
por cada una en mil piezas,
sólo Dios, el dÃa del Juicio,
montará el rompecabezas.
Ni tan mal, si lo monta Él; asà que me vine arriba:
Mi poesÃa es muy callada,
pero, en mi sangre, mis muertos
están tocando las palmas.
Me habÃa gustado muchÃsimo el fandango del otro dÃa:
«Sólo cuando estás bebÃo
te acuerdas de mi queré...
Permita Dios que te bebas
Sanlúca, er Puerto y Jerez
con toÃtas sus bodegas».
Me lleve una libreta para apuntar las letras flamencas. Luego resultaron bastante malas, en general. Leonor me veÃa apuntando y comentaba, curiosa y escéptica: «No tienes mucho que apuntar, ¿no?» No sabÃa que estaba apuntando las mÃas. Aunque, cuidado, que esto no quiere decir nada contra el cante, porque su llave no estaba en las letras.
Lo mejor de la noche fue cuando Jesús Méndez estaba cantando una soleá a la muerte de una madre, muy tópica y, de pronto, de lo bien que lo estaba haciendo, se transformó ante nuestros ojos atónitos en un huerfanito.
Luego me hizo gracia esta, tan simple, pero que te dejaba la vibración auténtica de un amor rumboso:
«Un caballo me compré
para montar yo a mi gitana
en la feria de Jerez».
Se agradeció el contraste, porque la mayorÃa de las letras hablaban de amores con muy mal fario. Yo miré de reojo a Leonor, tan tranquila en su sillita de al lado, y apunté esta bulerÃa aliviada y vibrante:
La firmeza de tu amor
me librará de los celos,
pero jamás del temblor.
Para entonces se pusieron a cantar, en plan fin de fiesta, y a bailar:
«Yo te quiero ver
moviendo los brazos,
moviendo los pies...
¡Que viva Jerez!»
«Me gustarÃa hacer eso, pero este venate inglés...», se lamentó Leonor, con su parte alÃcuota de envidia mimética. Le agradecà el comentario que me servirá para explicar que la anglofilia gaditana no es una admiración rendida, sino una anglo-filiación, para lo gracioso y para lo esaborÃo. Leonor lo mismo podÃa haber dicho: «Me gustarÃa hacer eso, pero este penate inglés...»
Como por telepatÃa, alguien se puso a cantar:
«Me voy a echar a navegar
en un barquito que vaya
de Cádiz a Gibraltar».
Y, para que yo no me olvidase de la poesÃa, otro:
«El pajarero
me trajo un loro
con las alas doradas
y el pico de oro».
Que me recordó de inmediato al loro de Luis Cernuda, que tiene que ser algo pariente de éste o, como mÃnimo, del mismo pajarero. El loro es un buen pájaro para hacer un correlato objetivo del escritor.
A la vuelta en el coche, iba callado, porque iba cantando
Tú no quieres que te cante.
Con que te cuente al oÃdo
dices que tienes bastante.
*
CantarÃa por soleás
si no me quisieras; como
me quieres, no canto ná.
*
Escucha, escucha las palmas
que cuando pasas te toco
--¡escucha!-- con las pestañas.
*
En verdad, somos flamencos.
Tenemos pinta de payos
porque todo va por dentro.
4 comentarios:
"Qué envidia me da el flamenco
que con tres ays y un quejÃo
tiene hecho el sentimiento."
En el tercer verso, heptasÃlabo, en lugar de ese "tiene hecho", que suena algo raro, ¿por qué no "dice todo el sentimiento", que es un octosÃlabo, como los otros dos?
Muy buenas estas tres "coplas":
"Mi poesÃa es muy callada,
pero, en mi sangre, mis muertos
están tocando las palmas."
"La firmeza de tu amor
me librará de los celos,
pero jamás del temblor."
"Tú no quieres que te cante.
Con que te cuente al oÃdo
dices que tienes bastante."
"en su sillita al lado mÃa"... Ese "al lado mÃa", ¿es un andalucismo?
Con el calor, la mascarilla, el bullicio, la parienta mirando por encima del hombro y agudizando tanto la vista como el ingenio, componer es una misión imposible, asà que auguro que sus coplillas serán cantadas el cielo por los serafines, porque tiene usted el cielo ganado y mi respeto por componer y mantener la concentración en una velada flamenca.
Gracias por su respeto. Qué bien.
Y qué buen oÃdo no andaluz, B. G. M. No es heptasÃlabo, porque se aspira la hache en puro flamenqueo. "Tiene jecho el sentimiento". Es verdad que lo podÃa haber escrito asÃ, pero esa jota tampoco es cómo se pronuncia. PodrÃa cambiarlo para no confundir, y su propuesta es muy buena. Pero creo que en la hache aspirada está la gracia.
Me alegro de que le hayan gustado esas tres.
No sé si es andalucismo o vulgarismo, pero, por si acaso, lo corrijo. Muchas gracias.
El de la firmeza de tu amor es oro puro... oro puro, Enrique
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