sábado, 19 de agosto de 2006

Política poética

Hay un aforismo de Heráclito el Oscuro que de puro claro no entrará jamás en los libros de texto de la Educación para la Ciudadanía: “Uno para mí es diez mil, si es el mejor”. Con una pequeña variación, cualquier hombre de letras podría (y debería) decirse: “Uno para mí es diez mil, si es el lector”. Y no es un consuelo; es una verdad como un castillo o una catedral del mar.

5 comentarios:

Buentes dijo...

Totalmente de acuerdo con ese cambio. Uno es suficiente, siempre y cuando capte la esencia de lo que se quiere decir.

Corina Dávalos dijo...

O sea que cada lector es para ti (o para cualquier hombre de letras), el mejor. Quizá si fuese así, habría más lectores que compradores de libros, que de esos sí que se cuentan por miles...

Inma dijo...

Aprovecho el momento de generosidad que me brinda el ordenador para acceder a Internet (qué misterioso aparato!)y aplaudir el aforismo y tu reflexión.
Creo que en estos tiempos que vienen esa sentencia sólo podría verse en el manualito de E.C. como mensaje cifrado, a modo de acróstico, o algo así.

Por cierto, hoy en un descansito he disfrutado mucho releyendo Tintín, además de acordarme, claro, de tus "Rayos y Truenos", compartidos con el capitán Haddock,me han hecho mucha gracia dos de sus insultos: "¡Iconoclastas!¡Pacta-con-todos!" (ni qué decir en quién he pensado entonces)
A pesar de su embriaguez, ¡qué precisión, Señor, qué precisión!...

Adaldrida dijo...

Qué bueno es eso de "como un castillo o una catedral del mar", ¡me lo pido!

Jesús Beades dijo...

Lo de Catedral del Mar con segundas...