jueves, 6 de noviembre de 2008

Peligro: elogios

Cada miércoles inflijo mi columna a los miembros de una lista de correo. Nadie tiene —yo les insisto mucho en ello— obligación de leerme ni, mucho menos, de contestarme a vuelta de e-correo, pero hay quien lo hace (al menos lo segundo) todas las semanas. Uno me escribe enseguida y siempre: “Gracias, Quino” a lo que yo respondo inmediatamente: “De nada, Quique”. Otros me regalan un “Fenomenal” o un “Fantástico” mucho más eufónicos. Al Retuerzo de Brideshead de ayer, uno de esos incondicionales me contestó lo que sigue: “Gran artículo, artista! No dejaré de ver la peli que aconsejas por nada del mundo. Nuevamente gracias”. ¡Y pensar, ay, que mi autoestima había estado subsistiendo durante semanas gracias a los comentarios de ese amigo entusiasta!

Algo parecido habrá pensado Álvaro Salvador al leer la elogiosa reseña que Luis Antonio de Villena le propina a su libro de aforismos titulado Después de la Poesía en la revista Mercurio. Lo pone bastante bien (“demuestra buenas dotes y supera el notable”), aunque añade que “todo hombre inteligente puede hacer aforismos” y da, para remate, unos botones de muestra que parecen, más bien, unos rejones de muerte: “La carne es triste, sí, sobre todo cuando envejece” y “Cualquiera que proyecte tener un hijo en estos tiempos es un insensato”. Supongo que Álvaro Salvador estará diciendo lo que yo: “Hay elogios que, oye, mejor los dejamos”. O no: quizá esté encantado porque, efectivamente, sean ésos los aforismos estrella del libro. Lo que sería más grave.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No sea Ud. tan mal pensado, D. Enrique: a Villena esos dos aforismos realmente le tocan. No los cita con mala fe. Reflexione un poco... ¿No conoce Ud. los intereses y las `preocupciones de Dorian-Villena?

E. G-Máiquez dijo...

¡Bravo, anónimo! Pena no saber tu nombre para propinarte un elogio más personal y ponerte en la peana de mis admiraciones.

O sea, lo de Villena no es mala fe sino mala crítica literaria, pues cae en la falacia temática: por mucho que nos interese un tema, eso no hace que cualquier aforismo que lo toque sea bueno literariamente. Otra cosa es que, si es bueno, y encima toca un tema que nos toca, nos entusiasme más.

Tita dijo...

Miedo me da elogiarte, no sea que vaya a fastidiarla...En cualquier caso acabo de descubrir este blog, llevo un rato leyendo y volveré, con eso lo digo todo.

Besos

E. G-Máiquez dijo...

Jo, qué vergüenza, Enrique. Me he fijado y resulta que el Mercurio que estoy leyendo ahora es el de ¡octubre del 2007! Para que veas el retraso que llevo con mis lecturas. En fin, es el número 94, y la reseña está en la página 38.

E. G-Máiquez dijo...

Ah, Tita, bienvenida. Tienes toda la razón además: no hay mejor elogio que leer lo que uno hace. Te lo agradezco muchísimo.

E. G-Máiquez dijo...

De nada: yo he empezado a preocuparme por mi vida...

Si tienes interés se puede leer aquí. Abrazo.

Luis dijo...

Quique,

Hablando de listas de correo y de revistas por leer. Por motivos de trabajo. He conocido a Maricel Mayor, directora de redacción de la revista Baquiana (www.baquiana.com) Me comento que ellos la envían a Europa a algunas personas y si te apetece podrían enviártela a ti tb. Viendo la carga de lecturas que tienes, no quisiera ser yo quien te lastrase con otra más, aunque claro puede resultar interesante. Bueno te lo piensas y si te apetece me mandas tu dirección y yo se la envío a Maricel.

Un abrazo