sábado, 22 de noviembre de 2008

Plan del día


3 comentarios:

Fernando dijo...

Maestro:

JAJAJAJAJAJAJA.

Donna Angelicata dijo...

Jaja, Enrique, genial. Representa muy bien lo que los hombres... lo que las mujeres.. En fin...

Me ha recordado, aunque no tenga mucho que ver, a un breve ejemplo que da el genial Paul Watzlawick en su no menos genial "El arte de amargarse la vida", cuando dice aquello de:

" Un ejemplo muy claro de ello
está en los consejos ya citado de Dan Greenburg a las madres judías:
«Regale a su hijo Marvin dos camisas de deporte. Cuando por primera vez se ponga una de
las dos, mírele con tristeza y dígale: ¿No te gusta la otra?»"

Les dejo el enlace del libro:

http://www.opuslibros.org/PDF/Paul%20Watzlawick%20-%20El%20Arte%20de%20Amargarse%20la%20Vida.pdf

Jesús Cotta Lobato dijo...

¡Fuerza y ánimo! Al final de ese calvario, da mucho gusto ponerse la ropa nueva