Eso es verdad siempre que Denevi hubiera llegado a ese estadio. Muchas veces nuestras ansias de felicidad nos hacen ver la meta cuando apenas hemos iniciado el camino.
Mira, al hilo, lo que dice Bernanos en Diario de un cura rural (y glosa Suso Ares en "Las voces y el eco"): "Odiarse es más fácil de lo que se cree. La gracia está en olvidarse a sí mismo. Pero, si todo el orgullo muriera en nosotros, la gracia de las gracias estaría en amarse humildemente a sí mismo, como a cualquiera, como a cualquiera otro de los miembros dolientes de Jesucristo". La glosa tampoco tiene desperdicio.
3 comentarios:
Eso es verdad siempre que Denevi hubiera llegado a ese estadio. Muchas veces nuestras ansias de felicidad nos hacen ver la meta cuando apenas hemos iniciado el camino.
Mira, al hilo, lo que dice Bernanos en Diario de un cura rural (y glosa Suso Ares en "Las voces y el eco"):
"Odiarse es más fácil de lo que se cree. La gracia está en olvidarse a sí mismo. Pero, si todo el orgullo muriera en nosotros, la gracia de las gracias estaría en amarse humildemente a sí mismo, como a cualquiera, como a cualquiera otro de los miembros dolientes de Jesucristo".
La glosa tampoco tiene desperdicio.
Al menos Denevi no se ahogará en el intento de besar su reflejo en el río.
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