miércoles, 25 de noviembre de 2009

My boys, let us be grave: here comes a fool

Lo malo de escribir y publicar es que no se puede poner uno serio cuando se aproxima un tonto. Así que a ver qué piensa de mí el que yo me sé con este artículo tan frívolo que me ha salido, a ver. Uff. Si pudiese, ahora mismo lo reconducía a esta columna (y a vosotros también, amigos, porque es espléndida) de Francisco Bejarano.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran confusión (la mía) con la infusión : ¿Se acentúa el plural de té?
En materia de calendarios la gente moderna suele aceptar que el fin justifica los medios. Me imagino el por qué de la excepción.
Jilguero

Ángel Ruiz dijo...

Lástima que Bejarano se conforme con leer un titular de periódico y no el discurso del Papa (que son 4 páginas, tampoco tantas): en vez de un artículo más o menos previsible, bien fácil hubiera tenido hacer un artículo memorable con los mimbres que hubiera sacado de ese discurso memorable. Y por si lee este comentario, le diré que en él dice el Papa que el arte tiene que provocar.
Y Enrique, es mejor 'frivolizar' -y no frivolizas en este artículo, tocas un tema frívolo con seriedad- que ponerse a pontificar -valga el chiste- con lugares comunes.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias, Ángel. Yo no sé dónde publicar mi reflexión sobre el discurso papal, si en el Diario o en Alba. A mí del artículo de Bejarano me interesa que proteste contra esa facilidad para el escándalo de los públicos católicos actuales, más pendientes de rasgarse las vestiduras por Brown que en leer tu blog. Todo lo que sea insistir en eso me parece bien y poco.

Manupé dijo...

Para calendarios ,me quedo con el de Adviento de mis hijos. Muy chulos y con una chocolatina en cada día que vas pasando.

AFD dijo...

"La provocación de moda está relacionada con el cristianismo porque el mundo civilizado es mayoritariamente cristiano."

Vaya, digamos pues, por ejemplo, que la nueva moda de los haikú es una regresión colectiva a la era de la cavernas.

Yo estoy más con Ángel en este tema. Porque protestar a lo salvaje, Enrique, sirve de muy poco. Mejor 'frivolizar' civilizadamente. Tu artículo es mil veces mejor que el de Bejarano.

E. G-Máiquez dijo...

No me lo he inventado, eh. Aseguro que AFD existe de verdad, y que es amigo mío, claro.

CB dijo...

No sé bien por donde van los tiros, pero desde luego hay mucho cenizo que confunde la velocidad con el tocino.
Hay serios tan serios que reñirían al mismo Dios Creador: a santo de qué los colorines de la aurora y las motas de la trucha que decía aquél, los pájaros, las margaritas, las moscas y la cizaña, qué pérdida de tiempo, qué poco serio. Si lo miras bien, el Génesis es el colmo de la frivolidad. Y el Nuevo Testamento ni te cuento: toda esa historia, con lo fácil que es poner orden con un par de fulminaciones y dos cosas bien dichas.
No hay temas frívolos, sólo hay que rascar un poco, lo que ocurre es que es más trabajoso rascar que, como dice Arp, pontificar.

E. G-Máiquez dijo...

Qué regalo de comentario, CB, con mucho que rascar, que todo es empezar.