viernes, 28 de octubre de 2016

Trabajo de ida y vuelta



Llego a casa tarde. Dos sobres en el buzón. El primero, me hace dar un salto de alegría.



Me lo envía Iberlibro, Dios se lo pague. Lo gracioso del título es que todos sabemos cuáles son los "otros" pecados capitales. Ya os contaré qué cuenta. 

El otro sobre trae el último número de la revista Anáfora; y también salto. Justo a tiempo, además, porque abro el correo electrónico y me encuentro una carta que habla de los "Haikus y cantares" que vienen en la revista:





Dice:  
Soy una alumna de la Universidad de Oviedo. Le escribo porque mis compañeros y yo estamos trabajando en clase su obra  Haikus y cantares y tenemos una duda acerca del haiku titulado Los jueves me toca a mi . Si no es molestia, ¿podría decirnos a qué se refiere con la palabra "carro" en ese contexto? Le formulo la pregunta porque que aquí en Asturias esa palabra no es muy común y nos sería de gran ayuda para comprender con mayor exactitud estos versos. Muchas gracias por su tiempo.
Le contesto:
Qué ilusión dar trabajo a alguien. Muchas gracias por escribir y contármelo.
Aunque ahora me ha dado trabajo a mí. El carro es el carrito de la bebé que los jueves me tocaba dejar en la guardería del cole. Pero me ha entrado la duda de si habría usado la palabra "carro" de no haber tenido la presión de no salirme del heptasílabo. Aunque "carro" se admite, al menos en el sur, y el contexto lo aclara, creo que, sin las exigencias métricas, hubiese utilizado la palabra "carrito", reconozco con vergüenza.
Claro que "carro", caigo ahora, tiene la ventaja de que aumenta su peso sobrevenido. A la ida, carrito; a la vuelta, carro. Quizá eso valga para una defensa (numantina) del haiku. 

Y a vosotros os aseguro que mi duda es verdadera.

1 comentario:

Galsuinda dijo...

Por estos pagos le llamamos cochecito o coche. Saludos