lunes, 8 de enero de 2007

Vuelva a leer este poema

Antes me niego a leer otro manuscrito, antes lo leo. Definitivamente los malos propósitos son tan efímeros como los buenos. Y eso alegra, porque veo que la debilidad está en los propósitos y no en su bondad, como parecería a veces. El manuscrito de ayer era de mi primo hermano Fernando López de Artieta y qué suerte la debilidad de mi voluntad. Entre los numerosos momentos felices, este poema:

CURRICULUM VITAE

Licenciado en gozar las primaveras,
y en pasear (un master en Granada
y otro en Madrid). Doctor en no hacer nada,
y con mucha experiencia en borracheras.
Superior Técnico en meter la pata.
Un reincidente en exigir aumentos,
días libres, vacaciones, suplementos...
Impuntual. Brillante en dar la lata.
Escrupulosamente prescindible.
Mujeriego. Misógino terrible.
Un mal hijo, un mal novio, un mal amigo,
un traidor, un estúpido, un problema...
Si le interesa contactar conmigo
vuelva a leer de nuevo este poema.

El tema del curriculum vitae (aquí y ahí) me interesa mucho. Tal vez sea deformación profesional (como orientador laboral, tengo que explicarlo a mis alumnos todos los años) o quizá porque, romántico en el fondo, no dejo de pensar que la poesía es un curriculum vera vitae.

El mayor acierto del soneto, virguerías técnicas aparte, es que le retuerce el pescuezo en el último verso a esa costumbre, ya demasiado retorizada, de rematar el poema con un guiño metapoético: "por ejemplo, este poema" y así. El guiño aquí es matapoético, diciendo "pero cómo es posible que después de este poema te pueda interesar el contacto, ¿lo has leído bien?" Tiene su gracia.

6 comentarios:

Rictus Morte dijo...

Me ha gustado mucho el soneto, me recuerda a otro de un clásico que no pongo en pié ahora mismo -así trastablilla mi memoria-. El último verso lo que me deja es la impresión de que algo se ha pasado por alto y, releyéndolo, quizás lo pille... Pero si es así, soy muy burro.

Joaquín dijo...

Compuesto sobre la matriz del autorretrato machadiano, que evoca modelos más antiguos (toscanos, latinos...).

Anónimo dijo...

El curriculum vitae viene a ser la etiqueta que mostramos de la propia biografía; un poco el PVP que nos anuncia en un mercado empachado de productos, aun cuando estos sean tan humanos.
No me gustan los curriculums (algún pedante diría los "curricula"), como tampoco me gustan las biografías: Nunca una de ellas alcanzará a incluir todo aquello a lo que hemos ido renunciando en nuestra vida, y esto también nos hace, y sólo a nosotros nos pertenece. Porque, como tengo por ahí escrito, "el sentido de la intimidad no reside en lo que uno confiesa que ha vivido, sino justamente en el hecho de que, aunque lo confiese, sólo uno pudo vivirlo."

Juanan Urkijo.

P.S. Saludos, Enrique. Hoy he escrito sobre la tele. Te invito a pasarte unos minutos por casa y dejar tu sabia huella.

http://el-alfeizar-de-dedalus.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Habría que reformular la frase de Adorno: "¿Es posible escribir poesía "curricular" después de Szymborska?"

Difícil.

W. Sz. dejó el listón demasiado alto. ¿Cómo es posible tanta verdad y tanta belleza?

Anónimo dijo...

¿Y esto?
http://www.elpais.com/articuloCompleto/opinion/Guerras/religion/elpepiopi/20070104elpepiopi_6/Tes

Nadie dijo...

Pues está muy bien. Tengo una empresa que quisiera arruinar, ¿me das el teléfono de tu primo?