viernes, 2 de febrero de 2007

Epitafio

La vida son cuatro días.
Cuando se pueda -y se puede
muy a menudo- sonría.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

enrique, no publiques este comentario-sugerencia: yo pondría -y se puede/muy a menudo- entre guiones. No sé...

Anónimo dijo...

Una sonrisa. Me gusta leer esta entrada como continuación de la anterior.

Anónimo dijo...

Aunque no venga a cuento, he leído que ayer salía a la venta una nueva revista, creo que de historia, que se llama CHESTERTON. Supongo que ya lo sabrás, pero por si acaso.

Anónimo dijo...

Buena alternativa para responder a quienes (a veces uno mismo) insisten lánguidamente en que de esos cuatro días dos llueve. No viene muy a cuento, pero cuando voy al cajero y leo lo de "Esta operación no tiene comisión" me río y me acuerdo de ti.

Anónimo dijo...

Ya lo decía una chirigota gaditana:
La vida son cuatro días
cuatro días solamente
uno de baja
otro de fiesta
y los dos del medio
puente.

Anónimo dijo...

Para epitafios geniales, el de la tumba de Marx (Groucho): "Perdonen que no me levante"...

Anónimo dijo...

Epitafio de Sila, emperador romano, dictado por él mismo:
"Ningún amigo me ha hecho favores, ningún enemigo me ha inferido ofensa, que yo no haya devuelto con creces".
Podría sonar feo lo que voy a decir pero, ¿se puede aspirar a más en la vida?

almena dijo...

A ver si lo tenemos presente y sonreimos más.
Saludos!

Juan Ignacio dijo...

¡Qué bueno es volver!
Saludos.

Anónimo dijo...

El epitafio no será para el blog, que no respira desde hace unos días. ¡No nos asustes!

Anónimo dijo...

Sila nunca fue emperador. Fue dictador, cargo al que como Aznar, renuncio. Esta última afirmación, salvando todas las diferencias entre uno y otro personaje.