martes, 6 de febrero de 2007

Porque yo lo valgo

Los primeros años mi suegra me regalaba corbatas. Hasta dos cajones llené para cuando cayó en que ni yo trabajaba con ellas ni pretendía cambiar de trabajo. Ahora me regala cremas y pomadas antiarrugas y/o rejuvenecedoras for men. Como la intención es lo que cuenta (la primera, no las segundas), se lo agradezco muchísimo y las coloco ordenaditas y puramente decorativas en la repisas del cuarto de baño.

Lo malo es que las visitas usan ese cuarto. Me observan —me he dado cuenta— con extrañeza. No sé si porque no se esperaban que yo diese en metrosexual o asombrados de la nula eficacia de tanto potingue.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Es brutaaal! No sé qué opinarás del "porque yo lo valgo", a mi madre no le gusta nada la frasecita y me lanzó un día un speech en el que acababna arremetiendo con Machado, nada menos.

Anónimo dijo...

También a mi me tocó por "reyes" un surtido de cremas de todo tipo. También a mi me las regaló mi (futura, DM) suegra. Me pareció encantador aunque sólo aproveche la crema exfoliante que, a decir verdad, me deja la piel muy bien.
A eso hemos llegado, a centímetrosexual, a poeta centímetrosexual.
Me parece estupendo, de verdad lo digo.

E. G-Máiquez dijo...

Gracias.Recojo sugerencias y corrijo ambiguedades en esta posdata:
P.D.- No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada.
Yo utilizo los cosméticos
aun menos que las corbatas.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Hay regalos envenenados, ciertamente. Da bien por mal y regálale sombra de ojos.

Anónimo dijo...

Pues yo, Enrique, no le veo nada malo a cuidarse un poco también por fuera. Sin pasarse, claro, que no es lo mismo una hidratante para la piel reseca por la dureza de la vida y en el calentamiento global... que una crema de extracto de musgo nepalí con vitaminas extraídas de camelias azules para disimular no sé qué arrugas. Digo yo.

Anónimo dijo...

Metrosexual procede de "metropolitan", de look a lo ciudad posmoderna y a la última, y no tiene que ver con el sistema métrico. Aunque algunos con optimismo -y otros con resignada ironía- lo relacionan con la longitud de sus atributos.

Anónimo dijo...

Jajaja genial Enrique genial. Ya veo que se acerca el carnaval.

Juan Ignacio dijo...

¿Nunca has probado una indirecta? Como hacer pasar a tu suegra al baño o algo así para que vea que no las usas. Claro que si de corbatas se fue a cremas mejor ni pensar a qué podría pasarse luego.