viernes, 11 de septiembre de 2009
Cuento de autoayuda para empezar el curso
Tres vecinos vivían en el campo, dedicados al sector agropecuario. Agobiados por la pertinaz sequía, se pusieron a escarbar pozos. El primero, encontró petróleo enseguida, por lo que dio gracias a Alá, se compró un yate y se fue a veranear a Marbella. El segundo tuvo que escarbar mucho más, y un día, bañando en sudor, encontró por fin agua. Desde entonces abandonó la agricultura y se dedicó a cuidar un suntuoso jardín de fuentes escalonadas. Dinero sacaba mucho vendiendo el agua que le sobraba a unos señores de Murcia, a los que les habían derogado no sé cuántos trasvases. El tercero cavó y cavó sin descanso, espoleado por los éxitos de sus vecinos, no sé si arrastrado por la envidia o empujado por un noble afán de emulación. El caso es que cavó. Tanto y tan hondo, que fue a dar al mismo infierno. Allí, con malsana curiosidad y buena crianza, preguntó por el señor de la casa, pero Satanás, le informaron, estaba muy ocupado inyectando petróleo en el pozo de uno, baldeando agua al pozo del otro. “Bueno, pues adiós”, dijo, y tembló todo el recinto. Se volvió para arriba. Al salir, oh, llovía.
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13 comentarios:
"Quid lucri est homini de universo labore suo quoda laborat sub sole?" (Eclesiastés 1,3)
Muchas gracias por recordarnos lo esencial y el sentido de las cosas...
Bonita entrada, Enrique. El problema es que seguramente siempre llueve donde no debe.
Quillooooo............!Arrimate un poquito al mundanal ruido hombre!.
Vente pa este lado, que se está peor, de acuerdo, pero lo pasamos muy bien con nuestra política, nuestros atascos, el trabajo de cada día, mi mujer, los perros, el vecino,la vuelta al cole, el libro que estoy leyendo, los aparcamientos, mi mujer, los kilos de más, mi mujer, el fin de las vacaciones, mi mujer.......En fin , lo que viene siendo la vida diaria.
Saludos.
Hmmm. De tener moraleja sería... ¿Nunca caves, espera a que la solución caiga como agua del cielo? o ¿Como no tengo agua ni petroleo diré que los envía el diablo?
Creo que esta vez me he perdido? :)
Salu2, Enrique.
De tenerla, tiene una moraleja muy vaga.
PEro porque hay que buscar la moraleja, muchas veces la moraleja sale al encuentro de las personas...
Que cada uno escuche lo que quiera ¿¿¿no??? Muy ilustrativo el cuento por supuesto. Como siempre en el clavo. Saludos
Jo, qué frase: "De tenerla, tiene una moraleja muy vaga". Me encanta, me autoayuda...
Genial lo de "me autoayuda", Carlos. Qué ironía, macho. (No contra Enrique, sino contra los libros ídem).
Hops. Genial.
Petróleo, agua, todo es bueno. El mal está en la apropiación insolidaria.
Moraleja, tal vez no. Una duda, si acaso: nunca se sabe para quién trabaja el diablo, ni dónde se esconde.
Lo bueno es que esa lluvia es para todos. Dejaré de buscar sucio petróleo en los pozos y miraré un poco más al cielo. Que no se me olvide.
¡Qué tertulia de blog, como las de antes! ¡Me autoayuda!
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