Así reza el inmenso cartel que han
colocado a la derecha del altar de mi parroquia. Quizá se trate de
un ejercicio práctico. Yo me pasé la misa debatiéndome si perdonar
o no al que se había comido el acento. Una cosa es segura: me sirvió
para ver lo misericordioso que es Dios, efectivamente, y lo poco
(poquísimo) que lo soy yo.
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5 comentarios:
Un consuelo verte levantado a esta hora y escribiendo... (y me perdono a mí mismo por la misma razón)
Puede que la falta de acento tenga un objetivo: que practiques el perdón. Todo puede ser.
Jilguero
Es el "primum primi", no te preocupes; pero llévate una tilde para el próximo día, porque si persiste, la cuestión puede volverse "imperdonable", y un desdoro para la propia parroquia.
Bien visto, Máiquez. Por cierto, dado que usted maneja horarios intempestivos, apúntese a Canal Plus que ponen a esas horas los partidos del mundial de rugby. Lo malo es que acabará enganchándole.
Ese tu sin tilde es para un yo sin corona, para que ni se me ocurra que perdonar es algo así como "rebajarse"
Ese tu no tiene corona porque es dudoso que ese yo esté a la altura.
Este mensaje, si pleno de ortografía, nunca hubiese salido de casa.
En cambio, con su error tonto y persistente, se ha hecho famoso y ha alcanzado la circulación.
Felix culpa...
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