Nunca me había pasado antes: me sorprendió muchísimo leer mi propia reseña en Ambos Mundos. No imaginaba que Mascha Kaléko fuese tan sofisticadamente guapa. Qué mirada honda la de su fotografía. Me temo que esto esconde cierto prejuicio mío contra los poetas, pero no vengo aquí a psicoanalizarme. Lo literariamente importante es que explica, creo, ciertos matices de sus versos. Léase, después de encararse con su foto, este verso: “Soñando puedo ser bastante cursi”, y se verá que tiene incluso más guasa de la que ya le habíamos detectado a ciegas. Los dos versos sobre los deportes náuticos y el amor también se electrifican, ¿no?, o al menos los deportes náuticos resultan mucho más auténticos. Incluso ese pensar que le trae un dolor de mil demonios tiene una ironía que se me había escapado: la de la chica muy guapa que, contra el tópico, es, además, muy culta y muy inteligente. La sonrisa de fondo con la que Mascha encara el dolor y la nostalgia posiblemente deba bastante a la seguridad con la que anda siempre una mujer hermosa.
No sé si esto es o no políticamente correcto, y no me importa. En una obra autobiográfica como la de Kaléko todo cuenta. Y Antonio Machado ya dijo —si no recuerdo mal— que la poesía se escribe con el cuerpo.
8 comentarios:
Me sorprendió lo mismo que a ti, Enrique, cuando leí tu reseña y vi su foto. Pero tú has visto mucho más dentro de la foto y de los versos.
“Somos dos, ¿qué podría sucedernos?”, Ya nada más que por esto...
Es una pasada¡¡
Gracias, enseñar al que no sabe es ... una gran cosa ;O)
Daría para un ensayo apuntar la multitud de características que las palabras de una guapa deben lisa y llanamente a su belleza física.
Uno se pone a pensar en lo que dice una superguapa cuando abre la boca de seguido (Magnificat) y alucina.
Bueno, bueno... Ahora llego yo, con cierta envidia femenina y -después de agradecer muchísimo y de todo corazón y, además, de felicitar a Enrique por su estupendísima, profunda y, sin embargo, generosa reseña- os remito a todos -varones obnubilados por la vista- a "Google imágenes" para que miréis bajo la búsqueda de "Mascha Keléko" cómo no está igual de favorecida en todas las fotos.
¿Envidiosilla yo? Pues probablemente. ¿Pero por qué le dais tanta importancia al físico?
Jamás lo haré, querida Inma, que así es la rosa. Google Imágenes, vade retro!
En realidad, le damos tanto importancia a todo. En poesía, y más si tan autobiográfica, todo cuenta. Hay conexiones entre el físico y la escritura, y tiene razón Balaverde en que sería un tema apasionante de estudio. No consigo recordar la cita exacta de A. Machado, pero apunta a eso. Y no es la única.
Por cierto, no tienes que envidiar a Kaléko. Y además buena parte de su encanto en español te lo debe a ti. Si nos obnubila, no tienes que ir nada lejos para buscar a una de las culpables.
Ciertamente, Inmaculada, Mascha es un poco "one pic wonder". Pero no iba dejar que mis comprobaciones googleras me fastidiaran el comentario.
Agradezco muy sinceramente las palabras de Enrique. Una agradece siempre las caballerosidades a sabiendas de que lo son y precisamente por serlo. Sin embargo, ¿A. Machado? ¡Otro varón! Apostaría algo a que la auctoritas de esta tesis es íntegramente de procedencia masculina.
En cualquier caso, la reseña que ha hecho es tan acertada respecto a M K y a la intención del libro que esta pequeña discusión debe quedar sólo en lo que es: una divertida rebeldía bloguera.
Gracias de nuevo, Enrique.
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