*Lo peor de la palabrería es que ni siquiera el silencio la salva, sólo la remedia. A la palabrería la redimen las palabras esenciales, nada más.
*Escala de valores, de menos a más: 1) más, 2) más o menos, 3) menos, 4) nada, y 5) ni más ni menos.
Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
*Lo peor de la palabrería es que ni siquiera el silencio la salva, sólo la remedia. A la palabrería la redimen las palabras esenciales, nada más.
*Escala de valores, de menos a más: 1) más, 2) más o menos, 3) menos, 4) nada, y 5) ni más ni menos.
9 comentarios:
Nadie es mi nombre, dijo Ulises. Y le fue bien.
(cualquier comentario estaría de más; me han encantado)
La primera tiene ecos de Pessoa.
Esta entrada es, ni más ni menos, lo más.
Un abrazo.
Dice bien mora-fandos. Cualquiera palabra agrede el silencio de estas reflexiones. Ni más ni menos.
Uf... Francamente bueno.
Enhorabuena, pues. Ni más ni menos y una pizca de sal, que siempre se agradece, es la marca de la casa.
Ulises, con Polifemo, lo clavó, ciertamente.
¡Jo, Pessoa! Con esos ecos, me pongo hueco.
Y os agradezco a todos muchísimo vuestros comentarios, que no sé si serán muy justos, pero que justo hoy me vienen de lujo. Abrazos grandes, esto es, en su justa medida.
Ya sé que no hay que elegir, pero ¡oh!, la punzada...
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