domingo, 4 de mayo de 2014

El ejemplo del jilguero


Por la ventana abierta se cuela ahora mismo el canto ebrio de júbilo de un jilguero. Qué ejemplo. Son casi las nueve y media de la noche y él, que es un pájaro solar, muy del mediodía, no se rinde, no se rinde. Encima, se sube encima de la horrible antena de la televisión del vecino [es ese puntito en todo lo alto, no confundir con ninguna piña, por favor], poniéndose el mundo por montera. 



Quizá porque yo, tras el puente, voy de caída, y porque acabo de escribir esto: 

lo escucho, de pronto —aunque llevaba un tiempo escuchándolo sin darme cuenta—, con entusiasmo, admirado o, mejor dicho, edificado. 



1 comentario:

JuanMa dijo...

José Jiménez Lozano cita a Olivier Messiaen en la entrada de su libro de poemas "Pájaros":
Si j'ai choisi pour maîtres les oiseaux, c'est que la vie est courte.
Oliver Messiaen.