martes, 21 de abril de 2015
Otra autobiográfica
Carmen, hija de su padre, también ha roto en autobiográfica sin remedio. Estábamos regando cuando he llamado por teléfono. He dejado a Quique a cargo de la manguera. Cuando me he dado cuenta, estaba persiguiendo con el chorro a Carmen, que corría a refugiarse en la casa. Ha resbalado con el agua que ya había caído en la entrada.
Pero apenas ha tenido tiempo para llorar. Carmen se ha ido, resuelta, a dibujar. Esto:
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